MÉRIDA.- Los ladrones de casa-habitación Jesús Orlando Córdova Mejía, Jorge Alberto Aguilar Salazar, Fernando Guillén Mejía y Verónica Lizete Núñez Solís, lograron, mediante un procedimiento abreviado, una condena de tres años de cárcel, después de protagonizar una persecución y dispararan contra una patrulla de la policía estatal, que les iba a dar alcance.

La juez de control Blanca Beatriz Bonilla González también les impuso el pago de 26 días multa,  reparar los daños a la patrulla por 5,100 pesos y en forma genérica por los ataques peligrosos.

Les suspendió sus derechos políticos; los amonestó; se les concedieron los beneficios de ley con excepción de la condena condicional; se decretó el decomiso de las dos armas de fuego y el arma blanca que portaban, y las partes renunciaron a su derecho a recurrir esa sentencia.

Los delitos por los que se les condenó fueron ataques peligrosos y daño en propiedad ajena, ambos cometidos en pandilla contra servidores públicos

Fueron denunciados por Jorge Rodolfo King Herrera y Alfredo Emmanuel Martín Canto, agentes de la Secretaría de Seguridad Pública.

El 24 de julio, a las 02:30 horas, los policías se encontraban en rutina de vigilancia a bordo de la unidad 5908, participando en un operativo de búsqueda y localización de un vehículo Chevy negro con placas YXY-972-A, con 4 personas en su interior.

Recibieron un reporte que indicaba que cuatro sujetos se habían retirado de un predio de la colonia Benito Juárez Norte luego de sonar la alarma.

Al transitar sobre la calle 38 entre 43 y 45 de la Benito Juárez Norte, advirtieron un vehículo con las mismas características, que ahora saben era conducido Córdova Mejía a exceso de velocidad sobre la 45 y se había incorporado de manera intempestiva para circular sobre la 38.

Cuando se estacionaron sobre la calle 38 con 47 de la referida colonia, descendieron del Chevy y sorprendieron a los agentes, que se estacionaron detrás.

Aguilar Salazar disparó en dos ocasiones su arma tipo revólver, no logrando su cometido, pues le dio a la patrulla.

Ante esto, los agentes desenfundaron sus armas y junto con refuerzos cesó la agresión y culminó con la detención.