WASHINGTON.- El Gobierno de Donald Trump suspenderá la mayor parte de su ayuda de seguridad a Pakistán.

Lo reinstalará hasta que Islamabad tome medidas decisivas contra grupos terroristas como los talibanes que, según Washington, desestabilizan la región y amenazan al personal estadunidense.

No se precisó la cantidad total de fondos que se suspenden, pero sí dijo que se trata de un monto significativo.

Así lo anunció este jueves la portavoz del Departamento de Estado, Heather Nauert, en una rueda de prensa en la que aseguró que ese dinero se congelará, es decir, no se asignará a ninguna otra partida, para mantener una necesaria flexibilidad sobre la decisión.

La decisión que llega después de que el martes EU anunciara que no concederá a Pakistán los 255 millones de dólares en ayuda militar que llevaba reteniendo desde agosto, debido a la supuesta negligencia de Islamabad a la hora de contener a las redes terroristas.

La portavoz reconoció que Pakistán ha ayudado en algunas instancias, pero subrayó que no ha tomado los pasos que debía para luchar contra los terroristas.

Los dos anuncios sobre suspensión de ayuda llegan después de que el lunes Trump publicara un tuit en el que acusaba a Islamabad de mentiras y engaños y de dar refugio a terroristas.

Estados Unidos ha dado ingenuamente a Pakistán más de 33.000 millones de dólares de ayuda durante los pasados 15 años, y lo único que nos han dado ellos son mentiras y engaños, porque ven a nuestros líderes como tontos. Dan refugio a los terroristas a los que perseguimos en Afganistán y ayudan poco. ¡SE ACABÓ!”, escribió en Twitter.

En agosto pasado, Washington decidió suspender temporalmente la entrega de los 255 millones en ayuda militar, que formaban parte de un paquete de asistencia de 1.100 millones de dólares aprobado por el Congreso estadunidense en 2016.

La Casa Blanca advirtió entonces que mantendría bloqueada esa cantidad hasta que Pakistán accediera a hacer más para combatir a las redes terroristas.

Estados Unidos y Afganistán han acusado a Pakistán durante años de dar refugio a la facción talibán Red Haqqani, que atenta contra tropas afganas y estadounidenses, una acusación que Islamabad niega.