CIUDAD DE MÉXICO.- Ian, Christopher, Alexander, Ian Gabriel, Estrella y Regina viven desde el pasado 19 de septiembre en el centro de adicciones del municipio de Nezahualcóyotl, en donde les acondicionaron un espacio como albergue y hoy tienen miedo de que los Reyes Magos no los encuentren este 6 de enero, “pues Santa Claus no les encontró el pasado 25 de diciembre”.

 

Ls familias González Hernández y Díez Gutiérrez Osorio perdieron su vivienda, pues el sismo de hace tres meses las dejó en condiciones inhabitables, incluso una ya fue derrumbada y la segunda aunque está en pie no se puede residir en ella.

Debido a que ambas familias son de escasos recursos, una vive de la venta de gelatinas y la otra con un sueldo de 800 pesos a la quincena, han tenido que permanecer en el albergue, en donde aunque tienen un techo, no hay libertad para los niños, pues no pueden correr y gritar, ya que es una institución pública.

Los padres aseguran que la alegría de los niños se ha ido apagando, por lo que ahora que se aproximan los Reyes Magos temen no les traigan nada, pues la situación económica se encuentra difícil.

“Tengo miedo porque normalmente yo vivía allá y ahora estoy viviendo aquí, y a lo mejor vayan allá y no me encuentran, que no me traigan nada”, señaló Ian Ariel González Hernández de nueve años.

Aunque sus padres les han comentado que los Reyes Magos están muy presionados económicamente y tal vez no lleguen, ellos ya escribieron su carta.

“Queridos Reyes Magos quisiera saber si me podrían traer una sudadera de Spiderman, un muñeco de Spiderman, una playstation y un tanque. Gracias”, se lee en la carta de Ian que ya colocó en el árbol de Navidad.

Pero ellos, además de pedirles juguetes, esperan que Melchor, Gaspar y Baltasar ayuden a sus padres a construir de nuevo su casa.

“Que me traigan mis útiles escolares para que pueda tener mi 10 en los dos bimestres y por favor que pudieran reconstruir mi casa”, señaló Regina de 12 años.

Por otra parte, Natan Bladivir no sabe si este año vendrán los Reyes Magos a Huaquechula, un municipio localizado a una hora de la capital del estado de Puebla.

El niño de 10 años es uno de los damnificados por el sismo del pasado 19 de septiembre.

El movimiento telúrico de 7.1 grados fracturó los muros de su casa de adobe y tuvo que desalojar su cuarto.

A casi cuatro meses de dicho sismo, Natan admite que está preocupado, principalmente por la reparación de su casa, sin embargo, como sabe que el sábado en la madrugada llegan los Reyes Magos no sabe si lo buscarán ahí, donde ya no hay nada, ni nadie.

En Oaxaca al menos 300 niños y niñas de Asunción Ixtaltepec, municipio devastado por los sismos de septiembre, recibieron complacidos a los Reyes Magos, quienes, por tratarse de una comunidad damnificada, llegaron antes del 6 de enero.

Sus majestades enviaron los juguetes con el colectivo La Calle, de la Ciudad de México, quienes los entregaron en una fiesta colectiva, donde también hubo piñatas, dulces, agua de horchata y comida.

Los Reyes también se acordaron de los adultos, quienes participaron en una rifa de regalos y rompieron una piñata en forma guajolote.

A pesar de los acontecimientos derivados del terremoto del pasado 7 de septiembre, chicos y grandes disfrutaron del festejo que inició después de las tres de la tarde y se prolongó cinco horas. Los juguetes fueron recibidos por sus destinatarios, nadie se quedó sin el suyo.

Un grupo de voluntarios de la ciudad de Oaxaca envió aguinaldos de dulces, juegos de mesa y ropa que se repartió entre los asistentes.

Niños y niñas dijeron estar satisfechos porque los Reyes Magos llegaron primero a Ixtaltepec, antes que a cualquier otro lugar del país.

NO DESCARTAN USAR LA BANSEFI

En los municipios de Unión Hidalgo y Juchitán algunos papás no descartan financiar los gastos de la compra de juguetes, con motivo de la llegada de los Reyes Magos, con el dinero que recibieron vía electrónica en la tarjeta bancaria del Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), originalmente destinado para la reconstrucción de la vivienda, siempre y cuando tengan fondos o no se las hayan clonado.

Mientras que otros no descartan acudir a alguna de las casas de empeño o la representación del Monte de Piedad ubicada en su localidad para dejar una prenda.

En ambos casos, a pesar de la vicisitudes derivadas del terremoto del pasado 7 de septiembre y sus réplicas, las familias se proponen mantener viva la ilusión del arribo de los Reyes Magos a su localidad.

Los recibirán entre escombros y polvo, rastro tangible del terremoto de 8.2 grados, como se puede observar en los barrios de la Cuarta, Quinta, Sexta Sección y Cheguigo, de Juchitán, donde la gente pernocta en casas de campaña dentro del patio de sus casas.

EXCELSIOR.-