MÉXICO (Notimex).- Hoy en día existe en el mercado por lo menos una decena de autos híbridos, que obligan a los automovilistas a adquirir nuevos hábitos de manejo, pues la preocupación ya no es el rendimiento de la gasolina, sino lograr el máximo aprovechamiento del sistema eléctrico de la unidad.

El analista de mercado de Kia Motors México (KMM), Luis Miguel García, explica, a bordo de Niro, el mini SUV híbrido de la automotriz coreana, la forma más eficaz de aprovechar las ventajas de un vehículo híbrido:

En primer lugar, el conductor debe tener en cuenta que las unidades híbridas tienen un tablero con imágenes diferentes, en donde se muestra el flujo de energía tanto eléctrica como del motor a gasolina.

La aguja del tacómetro marca el sistema que se utiliza, verde para cuando el vehículo va con pura energía eléctrica y azul cuando es impulsado por el motor a combustible.

En el caso de Niro -similar al del resto de vehículos híbridos en el mercado- en subidas que es en donde necesita mayor fuerza, ocupa el motor a combustión, en tanto que en bajadas, lo recomendable es soltar el acelerador para que el vehículo empiece a recuperar energía.

“Así es como se puede ir recargando el paquete de baterías. Como cuando existían los carritos dice fricción que se hacían para atrás ya se iban recargando-. Es la misma lógica que ocupa Niro“, es decir, que cuando se deja de acelerar el motor eléctrico va a ejercer la fricción que requiere para poder cargar el paquete de baterías, dijo García.

Cuando Niro necesita mayor potencia, es capaz de utilizar ambos motores, tanto el eléctrico como el híbrido, aunque en ese caso el conductor deberá estar consciente de que el rendimiento será menor.

“Las dos máquinas entran al mismo tiempo para darle al vehículo el máximo torque y potencia“, lo que sucede cuando se pone el pie en el acelerador a fondo.

Ahora bien, si se circula a una velocidad crucero de 80 kilómetros por hora, es posible que el vehículo vaya en modo eléctrico todo el tiempo, sin ocupar ni una sola gota de combustible.

Esto se logra cuando se tiene la batería en buen nivel de carga, es decir, de la mitad hacia arriba. “La magia de un híbrido es que va a sacar el mayor provecho de la gasolina para darle mayor eficiencia a la unidad.”

Si se llega a más de 120 kilómetros por hora, entrarán los dos motores en automático, ya que ahí se está requiriendo mayor potencia del vehículo.

La electricidad del vehículo sirve perfectamente tanto para arranques, subidas, rebases bruscos, con lo que se quita el paradigma de que un vehículo híbrido es un vehículo lento.

Por lo menos en el caso de Niro la velocidad máxima es de 200 kilómetros por hora. “Realmente es como si manejaras cualquier otro vehículo a gasolina normal“, dijo el especialista.

Destacó que si bien la mayor eficiencia se logra en las ciudades, el vehículo híbrido no enchufable es posible sacarlo a carretera con el tanque de gasolina normal.

En pruebas de manejo en carretera con Niro, el consumo de gasolina en un recorrido de Ciudad de México a Acapulco de ida y regreso es solo de medio tanque, cuya capacidad total es de 45 litros, con los que se puede alcanzar hasta mil 100 kilómetros autonomía.

“Para tener una idea, el tanque de un Tsuru es de 42 litros y el de Niro de 45 y puede recorrer el doble que cualquier otro vehículo subcompacto. De hecho no hay ninguna SUV de este segmento en el mercado mexicano que pueda dar tanto rendimiento y autonomía“, resaltó.

García comentó también que el conductor no debe preocuparse cuando solo vea un cuadrito de carga, debe recordar que Niro hará un juego constante entre ambos motores.

La durabilidad del motor a gasolina de Niro por ser híbrido es mayor debido a que es apoyado por la batería eléctrica. “Tienen una vida mas larga que puede ser hasta el doble de un vehículo a gasolina convencional“, resaltó.

Los errores mas comunes al manejar un híbrido, dijo, es dar acelerones cuando el semáforo se pone en verde, lo óptimo es manejar a velocidad crucero, en ciudad 50 o 60 kilómetros por hora y en 110 en autopista, para explotar el máximo rendimiento, es decir, no manejar agresivamente.