La juez de control Blanca Beatriz Bonilla González suspendió el proceso en contra del violento Manuel Aguilar Valenzuela, no obstante que golpeó con saña a su esposa e hijas con un cable porque la mayor de sus retoños cometió el pecado de engañarlo por haber comprado una pelota con parte del dinero que le dio para que adquirir sus ropas.

La juez Bonilla González le había impuesto la medida cautelar de prisión preventiva por dos meses, pero retrocedió y le dio tremenda oportunidad al salvaje sujeto.

Le puso como condiciones pagar 10 mil pesos; residir en Cobá,  Quintana Roo; portar localizador electrónico; no acercarse a las víctimas; firmar los primero 5 días de cada mes en el Centro Estatal de Medidas Cautelares; someterse a tratamiento psicológico en institución pública, y acreditar el depósito de pensión alimenticia.

Cabe indicar que la temporalidad de dicha suspensión es por 12 meses y la juez admitió las condiciones porque supuestamente se cubrieron los requisitos legales.

Aguilar Valenzuela está imputado por los delitos de lesiones calificadas (2) y violencia doméstica.

Los hechos se dieron el 26 de diciembre, aproximadamente a las 11 horas, la señora Ruth Alejandra Peraza Chan y sus hijas menores L.S. de 13 años y A.P.A.P. de 8 se encontraban en su domicilio ubicado en la calle 62 “C” entre 107 y 109 de la colonia Delio Moreno Cantón.

Le reclamó a la menor de 13 años el por qué le había mentido sobre un balón de fútbol que había comprado con el dinero que le dio para que adquiriera sus ropas de navidad y que también le hubiera indicado que esa pelota se la habían dado en un intercambio de regalos en la escuela.

Ante esto, le dijo que necesitaba educarla y con un cable comenzó a pegarle y al ver esto, la madre intervino en defensa de su hija, pero el sujeto empujó a su esposa.

La más chiquita de las hijas de este sujeto también intervino para que no sigan atacando a su madre y hermana, recibiendo también golpes e insultos.

Enfureció más al ver que la mayor de sus hijas, a pesar del duro castigo, no lloraba y es por eso que arremetió con más violencia, para someterla.

Ante esto, la señora intenta evitar que su hija siga sufriendo los azotes, pero recibe igual tunda.

El castigo se suspendía de momento, pero en varias ocasiones se reanudó hasta casi las 7 de la noche, cuando le avisaron a una vecina e intervino la policía para rescatarlas.

No es la primera vez que suceden estos actos abusivos de poder, dominio y sometimiento por parte del tipo, ya que existen denuncias en la agencia 4, en el año 2007, otra en la agencia 1, en fecha 13 de abril del 2005.