MÉRIDA.- Aunque el juez Luis Edwin Mugarte Guerrero le dio muchas facilidades para que finalice su procedimiento por el delito de homicidio por culpa, el enfermero Ángel Antonio Tut Hau incumplió con el pago de $600 mil por la muerte de un niño de 23 días de nacido.

Ahora, la juez de control Blanca Beatriz Bonilla González revocó la suspensión condicional del proceso y de esta forma se reanudó, porque finalmente el vinculado no cumplió con una de las condiciones, que era pagar lo pactado en concepto de reparación del daño a las víctimas indirectas (progenitores) del bebé fallecido.

Varias veces el sujeto pidió prórroga para ampliar el plazo, ya que la suspensión condicional se aprobó el 15 de septiembre de 2016, como una estrategia de la defensa para “ahorcar” a la familia del bebé y que pidiera menos dinero.

El 3 de agosto del 2016, a las 21:30 horas, cuando Ángel Antonio conducía ebrio un auto Volkswagen, modelo Jetta y con placas YZL-55-95 sobre la calle 45 del centro y al llegar al cruce con la calle 80 no respetó la señal de alto de disco en el cruzamiento y chocó contra una camioneta Chevrolet, modelo  Silverado con matrícula YP-03-639, que transitaba en preferencia de paso.

La camioneta era conducida por Edgar Humberto Herrera González, que estaba acompañado de su esposa Judith de los Angeles Uc Cardeña, así como de su hija menor Marean Isabel Herrera Uc y su bebé de 23 días de nacido y que llevaría el nombre Humberto Isaías Herrera Uc.

Debido al impacto, la camioneta se proyectó contra un predio y el bebé se golpeó fuertemente el cráneo, por lo que falleció. Debido a esto su hermana sufrió lesiones que tardan en sanar más de 15 días, al igual que su padre y madre.