RABAT .— El gobierno marroquí expresó ayer sus dudas de que la cola de dinosaurio vendida la semana pasada en México por la casa de subastas Morton sea la de un atlasaurio, como fue presentado en el evento, y advirtió que no pudo salir del país de forma legal.

La Casa Morton ofreció al mejor postor lo que describió como una cola fosilizada de cuatro metros de un dinosaurio procedente de Marruecos. Lo adquirió en 1.8 millones de pesos (96,774 dólares) un comprador anónimo. Los recursos iban a ser destinados a los damnificados por los terremotos de septiembre en el país.

En un comunicado, el Ministerio de Energía y Minas de Marruecos señaló ayer que “oficialmente no ha habido excavaciones en el Atlas tras el descubrimiento de un gran saurópodo en 1979 bautizado como Atlasaurio imelakie“. Si las vértebras provienen realmente de Marruecos, como lo asegura la galería, la cola debió recomponerse mediante el ensamblado de vértebras encontradas por separado y sin proceder de la misma especie, que han sido juntadas por un marchante de fósiles, dando a entender que la pieza subastada es falsa o incluso parcialmente falsa.

Otro argumento que hace dudar que sea un atlasaurio es el hecho de que “nunca se ha hecho en Marruecos ningún descubrimiento de una cola completa de saurópodo”.

Por último recuerda que la Dirección de Geología “no ha dado ningún permiso favorable a la exportación de especímenes juzgados de valor patrimonial, entre ellos las vértebras fósiles”.

Marruecos, un país muy rico en patrimonio paleontológico, se ha lanzado en los últimos años a combatir la venta en distintos puntos de piezas fósiles presentadas como procedentes de Marruecos, argumentando en la mayor parte de los casos que salieron del país de forma ilegal.