ESTADOS UNIDOS.- Un ataque a la organización británica Save the Children dejó como resultado tres muertos y más de 20 heridos en la provincia Nangarhar en Kabul, Afganistán.

 

El golpe comenzó cuando un atacante suicida detonó sus explosivos cerca de un coche bomba, después hombres arrojaron una granada al inmueble.

El Estado Islámico (EI) se adjudicó el ataque en un mensaje difundido en Telegram por la agencia Amaq, vinculada a yihadistas, y dijo que la “operación martirio” tenía como objetivo atacar una institución británica y otra sueca.

Posteriormente empezó un enfrentamiento -de al menos ocho horas- que dejó muertos a dos terroristas y un civil.

Tras el ataque, Save the Children temporalmente canceló todos sus programas y cerró todas sus oficinas en Afganistán para resguardar la seguridad de sus empleados, informó la institución a través de un comunicado.

El pasado 2 de marzo de 2015, cinco trabajadores de la organización no gubernamental fueron secuestrados y ejecutados en la provincia de Tarinkot.

Nangarhar es una de las ciudades más peligrosas de Afganistán debido a que aquí se concentran muchos ataques terroristas.

Cabe recordar que el pasado fin de semana murieron 22 personas, 14 extranjeras, en un enfrentamiento que comenzaron talibanes en el Hotel Intercontinental en Kabul.

Condena Cruz Roja ataque

“Un ataque contra una organización que ayuda a los niños es indignante. Los trabajadores humanitarios civiles no deben ser objeto de ataques”, dijo Monica Zanarelli, jefa de la delegación del CICR en Afganistán.

“La violencia creciente hace que para muchas organizaciones sea cada vez sea más difícil operar en Afganistán. Este año, el CICR mantendrá como prioridad su diálogo con portadores de armas – tanto las Fuerzas Afganas de Seguridad Nacional como la oposición armada – para debatir sobre los principios del derecho internacional humanitario y el respeto por civiles y misiones médicas. Es un mensaje que debe oírse de manera clara y rotunda en días como este.”

AGENCIAS.-