MÉRIDA.- Siguiendo una tradición de más de 100 años, heredada de sus abuelos, Casimiro Pacheco Sierra celebró el día de San Juan de Dios en Hocabá, con misa, rezos, ofrendas y dos guisos de ley: pibil kol y relleno negro enterrado, acompañado de tortillas de mano.

 

“Desde que tengo uso de razón mis abuelos hacían esta fiesta con toda devoción, mis padres la continuaron y eso me inspiró a seguir la tradición. Esto va más allá de un compromiso, es parte de un proyecto de vida, es parte de nuestra esencia”, expresa el maestro jubilado.

“Yo nací aquí, por cuestiones de trabajo radico en Mérida desde hace años, pero nunca dejé de venir a Hocabá y aquí finqué esta quinta (San Juan de Dios) para continuar esta tradición. A veces no festejo mi cumpleaños, pero esta ofrenda anual no puede faltar”, relata Pacheco Sierra.

En esta ocasión, el veterano profesor invitó a la familia del diputado federal con licencia Jorge Carlos Ramírez Marín a asistir a este festejo, en lo que fue un agradable pasadía en Hocabá, ubicado a 55 kilómetros de Mérida, en la región centro sur del estado y en la ruta de los cenotes.

Acompañado de su esposa, la ingeniera María Elena Granados Castellanos y su hija Silvia, el legislador con licencia asistió a la misa, donde saludó a una quinceañera vestida con traje charro; realizó, a petición de los vecinos, un recorrido por el ex convento San Francisco, y se dio tiempo de dirigirse en tricitaxi al lugar del festejo.

En el recorrido por el templo, en su mayor parte en ruinas, vecinos y grupos apostólicos le solicitaron apoyo para gestionar ante el INAH los permisos correspondientes para poder restaurar un área, pues dependencias como la Sedatu les han ofrecido recursos, pero no se han podido materializar ante la falta de esos permisos.

Ramírez Marín dijo que haría las gestiones para apoyarlos y esperaba la buena disposición del INAH para permitir la restauración de parte del ex convento, una reliquia del Siglo XVI que vale la pena rescatar.

En relación con el festejo, el legislador con licencia reconoció el esfuerzo de la familia Pacheco por continuar esta tradición de más de un siglo de vida y destacó el valor de este tipo de festividades como elemento de identidad del pueblo yucateco.

“Tenemos que fortalecer nuestras tradiciones, contribuir a que nuestras comunidades no dejen de realizar este tipo de festejos que implican no solo devoción, sino también memoria histórica, gastronomía y valores propios de nuestra tierra”, apuntó.

“Las nuevas generaciones deben entenderlas, valorarlas y preservarlas, son parte, efectivamente, de nuestra esencia como yucatecos y no podemos perderlas. Me siento muy honrado por esta invitación y siempre trato de contribuir para reforzar nuestras tradiciones”, subrayó el legislador con licencia.

“Es un honor que personas como el licenciado Ramírez Marín participen y aprecien nuestras tradiciones, como esta fiesta de San Juan de Dios, que la seguiremos realizando. Seguramente la continuarán nuestros descendientes”, expresó el maestro Pacheco Sierra.