MÉRIDA, 20 de marzo.- Lucely Alpizar Carrillo, quien hasta hace un año sonaba para llegar al Senado es, junto con Celia Rivas Rodríguez, de las grandes perdedoras del proceso de selección de candidatos del PRI y al terminar su gestión no se les ve en ninguna posición política o de gobierno.

El que a Lucely Alpizar  la dejen sentada en la banca parece ser el resultado de su mala gestión como diputada federal, pues le quedó a deber mucho a los habitantes del II Distrito. Nunca se le vio visitar los municipios que representaba o estar al pendiente de las necesidades de sus habitantes. Ni siquiera tuvo una oficina de enlace con la ciudadanía.

Ahora, la también presidenta del ONMPRI, Organización Nacional de Mujeres del PRI, terminará su cargo, al igual que Celia Rivas, sin ningún puesto seguro en el futuro.

Toca a la candidata María Esther Alonzo buscar el voto de confianza de ese distrito que estuvo olvidado por el partido.