KANASÍN.- El obligar a su esposa a mantener relaciones sexuales, por medio de la fuerza y los golpes, le costó a Francisco Javier Reyes Guillén recibir una sentencia a siete años y seis meses de prisión, 20 mil pesos por reparación del daño y una multa de trece mil pesos,  sustituibles por 115 jornadas de trabajo a favor de la comunidad. Además, cuando salga de prisión no podrá acercarse a su víctima por un período de dos años.

La violación por la que fue sentenciado Reyes Guillén ocurrió el 6 de mayo de 2012, luego de que al llegar a su casa en Pedregales de Kanasín, su esposa se negara a tener relaciones íntimas con él, pues había descubierto que el hombre tenía una amante y temía que le contagiara alguna enfermedad.

Como no la convenció, le propinó un puñetazo en la boca, le rompió la blusa y la desnudó en forma violenta para abusar de ella causándole varias lesiones, las cuales más tarde se corroboraron mediante exámenes médicos, luego de interponer una denuncia.

Sin embargo, el agresor escapó y fue detenido hasta el 19 de mayo de 2015, fecha desde la cual está preso y es cuando comienza a contar la sentencia, que terminará en el año 2022.

 Al tratar de justificar su acción, Francisco Javier Reyes dijo que su mujer tenía que acceder a tener relaciones sexuales cuando se lo pidiera porque era su obligación como esposa. Al finalizar el ataque, el agresor se dio a la fuga cuando ella agarró el teléfono para pedir auxilio.

No era la primera vez que la mujer era violada, pero no lo había denunciado por temor. Esa situación cambió al saber que tenía otra mujer.