MÉRIDA.- A raíz de los recientes casos de particulares que se han visto afectados por la venta de inmuebles, por medio de la alteración de documentos de identificación y títulos de propiedad, el Registro Público de la Propiedad aplica un protocolo de seguridad más estricto.

De esta forma, el personal del registro, por instrucciones de su directora, Celia  Maldonado Llanes, pone énfasis en la revisión de los títulos que se presentan para su inscripción en el Registro Público.

Según se averiguó, ahora se hace una revisión minuciosa de cada uno de los documentos, aumentando así la carga de trabajo y, por ende, los trámites llevan más tiempo que antes.

Sin embargo, con esta revisión minuciosa se busca evitar que tanto notarios como la ciudadanía se vean afectados en las operaciones con inmuebles y se pueda seguir contando con un Registro Público confiable y atento.

Como hemos informado, recientemente se registró el caso de N.S. propietario de una casa en Caucel, quien al acudir a su propiedad que en meses no visitaba se encontró que le habían cambiado las cerraduras de acceso.

Verificó que sus servicios, como el de electricidad, habían sido pagados, y que habían cambiado las escrituras presentando una credencial del INE falsa, que tenía su nombre, pero con una fotografía diferente.

Los vecinos le dijeron que habían ido varias personas a ver la casa, porque estaba en venta.

Ante ello, acudió al Registro Público de la Propiedad, en donde se le brindó orientación necesaria y se evitó el despojo de su propiedad con el cierre de la inscripción del predio, evitándose así la enajenación ilegal del inmueble.

Semanas atrás, agentes de la SSP detuvieron a José Daniel Argáez Manzanilla y a Manuel Efrén Poot Rosado, quienes pretendieron engañar a un notario público para vender ilegalmente un predio.

Ambos se presentaron a realizar un trámite ante el fedatario con una credencial de elector falsa, por lo que fueron imputados por el delito de falsificación de documentos, denunciado por el notario público Luis Fernando de Jesús Pino Barrera.

Los hechos ocurrieron el 12 de diciembre, cuando los sujetos fueron a la Notaría Pública No. 26, ubicada en el Fraccionamiento Campestre, y solicitaron hablar con el fedatario Luis Fernando Pino para que les expidiera un poder amplio a favor del ciudadano Gabriel Adrián Betancourt Ordoñez.

Argáez Manzanilla dijo que se llamaba Manuel Gaspar Argáez Cervera y entregó una credencial de elector con ese nombre.

El notario vio rara la credencial, por lo que la puso bajo la luz ultravioleta y la comparó con otras, encontrando que ésta no contaba con elementos de seguridad y se presuponía que era falsa, por lo que llamó a la policía.