MÉRIDA.- Después de tener un buen inicio, motivado por el morbo de muchos medios que buscaron la superficialidad sin publicar el golpe real que podía dar el hecho, Joaquín Díaz Mena se hunde y su campaña está más fría que un hielo de jaibol.

Luego de anunciar con bombo y platillo su adhesión al partido de Morena, “Lechitas” comenzó a perder fuerza, de modo que parece no levantar en números, mientras que los Mauricios –Vila Dosal y Sahuí Rivero-, lo dejan atrás por un ancho tramo, por más de tres cuerpos se diría en las carrera de caballos.

A su natural declive político que ya tenía en el PAN se une la falta de una estructura electoral clara, de las que se necesitan para ganar una elección estatal y que sólo el PRI y el PAN tienen en Yucatán.

Además, la colocación de sus amigos en puestos de elección dentro del partido de Morena creó división y muchos no lo apoyan, por arribista y traicionero, ya que si ya dos veces traicionó no es confiable en lo que promete.

Además, al sanfelipeño, que nunca pudo sacudirse la figura de político de pueblo, le falta una clara estrategia mediática, de modo que se hundirá sin remedio y su sueño de venganza contra el PAN se esfuma, pues no parece restarle los votos suficientes como para dañar a los azules.

Lo único por donde se le puede ver al candidato travesti político es en los enormes espectaculares ubicados en la carretera Mérida-Progreso, y caminando en algunos municipios del interior del estado.

Todo indica que las divisiones que se creía se pudieran dar en otros partidos para adherirse al proyecto de Morena han quedado atrás, pues ahora, a una semana de campaña, vemos quien realmente tiene el empeño para seguir con sus respectivos planes para el estado.