MÉRIDA.- “Amorcito corazón yo tengo tentación de un beso…” es la estrofa de una de las canciones más emblemáticas de Pedro Infante Cruz, que refleja a plenitud el cariño que siente el pueblo de México hacia el ídolo de Guámuchil, quien murió el 15 de abril de 1957 en Mérida, Yucatán, cuando se cayó el avión que lo transportaría la Ciudad de México.

–A 61 años de su desaparición física, Pedro Infante sigue vivo en el corazón de los mexicanos, ya que su voz y  carisma quedaron perpetuados en sus películas y sus discos –explica Luis Alcocer Rosado, nieto de don Francisco Bernabé Alcocer Cisneros, quien se hizo amigo del Idolo de Guamúchil cuando el artista acudía a los terrenos de Transportes Aéreos Mexicanos  (TAMSA), “porque antes  Mérida no tenía aeropuerto”.

Sin embargo, considera  que la vigencia del protagonista de “Los Tres huastecos”, “Qué te ha dado esa mujer”, “Tizoc” y “Escuela de vagabundos” se debe a los valores que profesó en vida el cantante, pues “no era un artista cualquiera: era sencillo, carismático, talentoso, amigable y daba mucho amor al prójimo, según le contaba mi abuelo a mi padre Jorge Luis Alcocer Lizama, quien tenía seis años de edad cuando se registró el accidente que mató a Pedro Infante Cruz en la esquina de La Socorrito, ubicada en calle 54 entre 87 del centro de la capital yucateca”.

“Antes, Pedro Infante usaba una pista de TAMSA para venir a Mérida desde la Ciudad de México o para partir”, señala y muestra unas imágenes que son una joya familiar: su abuelo, unos amigos y Pedro junto a los aviones, “el actor y cantante se hizo amigo de todos los empleados de la compañía aérea  y los frecuentaba en su hogar”.

Su tía Lucía Benigna Alcocer Ravell, quien actualmente vive en Veracruz, confirma sus palabras y evoca que aquellos tiempos cuando el Idolo de México acudía a su hogar, “le gustaba la sazón de mi madre y se quedaba a comer”.

En Yucatán, cada año, los aniversarios luctuosos del protagonista de “Pepe, El Toro” y “Nosotros los pobres”, así como de temas que siguen siendo un éxito por el mundo, como “Amorcito corazón”, “Cien años”, “Muñeco de cuerda” y “El Piojo y la pulga” son el marco perfecto para que decenas de familias evoquen esos recuerdos y cuenten anécdotas de la forma en que gozaron de esa amistad,  profunda y fiel que se consolidó más en 2016 cuando las autoridades  designaron que cada 15 de abril se celebre el Día de Pedro Infante en Mérida.

Las autoridades tomaron la decisión para unificar los festejos luctuosos, ya que en la capital yucateca le rinden honor  cada 15 de abril en tres sitios: donde cayó el avión (calle 54 entre 87), donde fue la casa del cantante y ahora es un hotel (avenida Itzáes) y donde está una enorme estatua de Pedro Infante Cruz con su caballo, creación del yucateco Humberto Peraza (parque de la colonia Cinco Colonias).

Este 2018, autoridades, los propietarios del predio donde cayó el avión en 1957, vecinos, artistas, el párroco Raymundo Pérez Bojórquez y el hijo menor del Idolo de Guamúchil, Armando El Torito Infante, encabezarán los festejos conmemorativos del  61 aniversario luctuoso que incluyó una misa, carrera atlética, ofrendas florales, exposiciones y conciertos en el que se evocará la obra musical y fílmica del artista mexicano, quien en 1958 se ganó el Oso de Plata de Berlín por su actuación en la cinta “Tizoc”, misma con la obtuvo el Globo de Oro por Mejor Cinta Extranjera.

Este año “es más espectacular”, porque su hijo Armando encabezará las actividades en el Parque Pedro Infante, que se estrenó el 18 de noviembre de 2017 a unos metros de la esquina de La Socorrito, para celebrar el 100 aniversario del natalicio del artista que participó en más de 60 cintas y grabó unas 310 canciones.

“El Torito” Infante no pudo estar en los festejos del natalicio de su padre, porque se recuperaba  de una embolia que sufrió en septiembre pasado en su hogar ubicado en Los Angeles, California, “por eso, este 15 de abril de 2018 es especial. Además, se cumplen 21 años de la llegada de Armando a Mérida”, señala Luis Canto García uno de los propietarios del predio donde cayó el avión que transportaba al hijo de don Delfino Infante García y doña Refugio Cruz Aranda.

 

“EL TORITO INFANTE”

Para el hijo de Pedro Infante Cruz, “es una bendición que Dios me haya restablecido la salud, después de la embolia que sufría hace unos meses y me impidió venir a celebrar con los yucatecos el 100 aniversario del natalicio de mi padre, creí que no la contaba, pero aquí estoy feliz, sano y contento”.

–Por eso, este año es muy especial y quedará grabado en mi memoria –asegura el hijo menor de Pedro Infante, quien tenía dos años de edad y vivía en Morelia, Michoacán, con su madre doña Isabel Gutiérrez Sánchez cuando cayó el avión que transportaba a su padre en Mérida.