MÉRIDA.- Del Hospital Psiquiátrico al penal llevaron al ex boxeador Luis Javier Solís Pacheco (a) “El Campeón”, acusado de matar a su sobrino Gabriel Eduardo Ferráez Solís (a) “El Diablo”, encontrado envuelto en una bolsa en un basurero clandestino de una casa abandonada de la calle 67 con avenida Itzáes.

La juez de control Elsy del Carmen Villanueva Segura ordenó que se le dé prisión preventiva oficiosa durante todo el tiempo que dure el procedimiento en contra del ex púgil, a petición de la Fiscalía General del Estado, quien acusa el delito de homicidio en razón de parentesco o relación.

El ahora procesado, evidentemente, se encuentra mal de sus facultades mentales, no sólo por los golpes que recibió durante su vida boxística, sino porque es adicto a las bebidas y todo tipo de sustancia tóxica.

Incluso, cabe la posibilidad, que durante la audiencia de vinculación, se le declare inimputable, es decir, que no pueda ser sujeto a proceso penal por dicho ilícito.

Por ley, se le debería de llevar a un lugar distinto al psiquiátrico o un penal, pues por su problema no es responsable de su actuar.

El occiso fue identificado por sus huellas dactilares y al homicida gracias a que vecinos del rumbo dijeron haberlos visto juntos antes de la hora en que se supone ocurrió el crimen.

Los hechos se dieron el lunes 2 de abril, a las 19:30 horas, cuando Eloy Alberto Pardenilla Viana estaba en una casa de la calle 67 con avenida Itzáes, cuando escuchó gritos de Gabriel Eduardo y Luis Javier.

Cuando se asomó vio cómo “El Campeón” golpeaba con un objeto metálico a su sobrino en la espalda y la cabeza, hasta dejarlo inconsciente. Al ver lo que había sucedido decidieron encintarlo y tirarlo en el basurero de al lado, para seguir como si nada.

Finalmente, se emitió una orden de aprehensión en contra del ahora procesado y, en un principio, la juez decidió no imputarlo, hasta que el sábado, dio marcha atrás.