MÉRIDA.- El ladrón Ignacio de Jesús Rizos Chuc tardó más en salir del Cereso a la calle que en volver a delinquir: Esta vez como mininarco, pues apenas abandonó el penal al recibir el perdón de un notario al que le robó y ya incursionó en la venta de drogas al menudeo.

En esta ocasión, la juez de control Ileana Georgina Domínguez Zapata imputó a Rizos Chuc por el delito contra la salud en la modalidad de narcomenudeo de marihuana y cocaína.

Como medida cautelar le impuso prisión preventiva hasta la audiencia de vinculación, que se efectuará el viernes 4 de mayo.

Luego de la audiencia de vinculación, como en la mayoría de los casos de narcomenudeo y delitos que no se consideran graves, los inculpados quedan en libertad para que su proceso lo sigan en la calle.

Los hechos que se le imputan a Rizos Chuc ocurrieron el 26 de abril, a las 13 horas, cuando estaba en la calle 49 con 8 de la colonia “Leandro Valle” y lo detuvieron con casi un kilo de marihuana y unos cuantos gramos de cocaína, en dosis superior al consumo personal, que, desde luego no pudo comprobar la procedencia de los enervantes.