MÉRIDA.- Un niño, de cuatro años, se llevó un gran susto al estar jugando en su casa, donde por un descuido se le atoró la cabeza en el protector de una ventana, la mañana de este jueves.

No sabiendo qué hacer, su hermana de 16 años, llamó a los servicios de emergencia y al lugar acudieron bomberos de la SSP que tuvieron que cortar parte del fierro para liberar al menor.

Los hechos ocurrieron en un predio de la calle 76 entre 135 y 137 de la mencionada colonia del sur de Mérida, poco antes de las 8 de la mañana.

Jugando, el niño introdujo la cabeza entre los barrotes del protector metálico, pero después ya no supo cómo liberarse y comenzó a pegar de gritos.

Angustiada, la menor pidió ayuda y alguien llamó al número de emergencia 9-1-1 y al lugar llegaron bomberos que liberaron al infante.

Afortunadamente todo quedó en un buen susto, pues paramédicos de la SSP revisaron al niño y determinaron que no era necesario su traslado a un hospital.