ESTADOS UNIDOS.- El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró esta mañana que México tiene un problema de delincuencia masivo y acusó al Gobierno por hacer poco para enfrentar el problema de inseguridad que se vive en gran parte del país.

“Se debe construir el muro. ¡México, que tiene un problema de delincuencia masivo, está haciendo poco para ayudar!”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.

Trump exigió al Congreso de Estados Unidos modificar sus leyes migratorias y exigió la construcción del muro en la frontera con México para impedir el paso de criminales a territorio estadounidense.

“Nuestra frontera sur está bajo asedio. El Congreso debe actuar ahora para cambiar nuestras leyes de migración débiles e ineficaces”, escribió.

Esta no es la primera ocasión en la que Donald Trump critica la situación de violencia que se vive en México. En enero de este año, el Presidente estadounidense calificó al país como “el más peligroso del mundo”.

“Necesitamos el muro para la seguridad de nuestro país. Necesitamos el muro para ayudar a detener el ingreso masivo de drogas desde México, ahora clasificado en el número uno como el país más peligroso del mundo. Si no hay muro, no trato!”, afirmó Trump el 18 de enero en su cuenta de Twitter.

La cifra de carpetas abiertas por el delito de homicidio en los que va de la administración del priista Enrique Peña Nieto [104 mil 673 indagatorias hasta marzo de este año] ya superó la de todo el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, cuando se registraron 102 mil 859 carpetas por asesinato doloso… y al actual Gobierno federal aún le quedan siete meses para llegar a su fin.

El último mes del que se tiene cifras oficiales es marzo, y en ese periodo se reportaron 2 mil 346 carpetas de investigación, lo que lo convirtió en el segundo mes más violento, junto con octubre de 2017, cuando se abrieron 2 mil 356 investigaciones por ese delito.

Además, la violencia se ha extendido a nuevas entidades, con ciudades que son de gran importancia económica para el país. Por ejemplo, las zonas turísticas de Quintana Roo, Baja California, Guerrero, Nayarit, Guanajuato y la Ciudad de México, por mencionar algunos de las entidades más importantes que padecen hoy una crisis de violencia.

La estrategia de seguridad interna de la administración peñista, que por cinco año estuvo a cargo del hoy aspirante a Senador de la República, el priista Miguel Ángel Osorio Chong, apostó por la captura de 122 cabecillas criminales.

Pese a que más de 100 líderes del crimen organizado han sido capturados –entre ellos Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”; Servando Gómez Martínez, “La Tuta”, y Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40–, los grupos criminales se ha subdividido y, de acuerdo con estadísticas de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus iniciales en inglés), actualmente más de 100 grupos criminales en toda la República Mexicana.

La violencia vinculada al crimen organizado en México hizo que al menos 11,232 personas tuvieran que huir de sus hogares en 2017, según el recuento divulgado el miércoles por un grupo de derechos humanos.

La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos contabilizó el año pasado 25 eventos de desplazamiento interno masivo en nueve estados.

Además de aquellos provocados por lo que denominó “grupos armados organizados” –entre los que están cárteles, pequeñas bandas o autodefensas– contabilizó otros 8.928 desplazados por violencia política, conflictos sociales o disputas territoriales, y 230 más que tuvieron que huir de su casa por proyectos extractivos mineros.

El estado más afectado por los desplazamientos fue Chiapas y más de 12 mil de las personas que tuvieron que huir eran indígenas.

En total, la Comisión estima que el número de personas desplazadas en México entre 2006 y 2017 asciende a 329,917 pero no tiene claro cuántas podrían haber regresado a sus lugares de origen.

El último evento masivo de desplazamiento que fue ampliamente divulgado tuvo lugar este año, en abril, cuando soldados del ejército escoltaron a 92 personas que abandonaron su aldea en una zona montañosa de Guerrero debido al terror sembrado por los cárteles de la droga.

El peor en 2017 fue en Chiapas, donde un conflicto de tierras y la acción de grupos armados desplazó a más de 5 mil indígenas de los Altos de Chiapas.

EXTRANJEROS VÍCTIMAS DE LA VIOLENCIA

La violencia en nuestro país no sólo afecta a connacionales. En el transcurso de 2018 han habido al menos seis casos de extranjeros asesinados en territorio nacional: un chileno que pereció en medio de una balacera en Acapulco, Guerrero; en Cancún, Quintana Roo, un afgano quien cayó al suelo desde el piso 15 de un hotel (pudo haber sido suicidio), además de dos jóvenes de origen colombiano que fueron decapitados; un canadiense en Huatulco, Oaxaca (causas no determinadas); un colombiano que fue baleado en la Ciudad de México; y un español radicado en Puebla que fue asesinado afuera de su casa.

De 2000 a 2016, en México fueron asesinados 2 mil 688 extranjeros, refieren cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En ese periodo, los homicidios de extranjeros se triplificaron (un aumento del 172 por ciento). Mientras que en 2000 hubo 89 extranjeros asesinados, en 2016 hubo 242.

De estos homicidios, la mayor parte fueron cometidos en Chihuahua (438), Baja California (433), Chiapas (267), Tamaulipas (231), Jalisco (174), Ciudad de México (125), Estado de México (120) y Sonora (118).

De acuerdo con el Departamento de Estado de Estados Unidos, Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas son estados a los que no se debe viajar debido al crimen.

Chihuahua, Coahuila, Durango, Estado de México, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, San Luis Potosí, Sonora y Zacatecas, en cambio, son estados en “nivel tres”, lo que implica la recomendación de “reconsiderar” viajar a ellos por los niveles de violencia.

Sólo Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Hidalgo, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Tabasco, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán están catalogados en “nivel dos” (que significa que sólo son de cuidado por el crimen). Sin embargo, para los estadounidenses no existe estado mexicano en que haya paz.

SIN EMBARGO.-