MÉRIDA.- Al diligenciero Marcos Manuel Martín Martínez se le hiso fácil decir que le robaron poco más de 873 mil pesos, pero fue tan tonto que sus coartadas fueron muy malas y acabó por confesar que se quería quedar con el dinero de la Hyundai.

Fue detenido al no poder sostener su mentira y lo denunció por el apoderado legal para pleitos y cobranzas de la persona moral “Farrera Motors del Sureste, S.A. de C.V.” o Hyundai de Mérida,  Mauro Fidel Rubalcaba Denis.

Este ladrón fue imputado por el delito de abuso de confianza, al fingir que fue asaltado y decir que lo despojaron de más de 873 mil pesos que tendría que depositar en un banco.

El juez de control Rómulo Antonio Bonilla Castañeda, para garantizar que Martín Martínez no se evada de la acción de la justicia, le impuso, como medidas cautelares, que firme ante el Centro Estatal de Medidas Cautelares; sea sometido a vigilancia; deposite 10 mil pesos; no salga del Estado, y que lleve un localizador electrónico.

El 21 de mayo se efectuará la audiencia de vinculación.

A las 10:30 horas del 13 de diciembre pasado, en el local que ocupa la Hyundai sobre la carretera Mérida-Progreso, la cajera Cinthya Guadalupe Molina Nah le entregó a Martín Martínez 873,664 pesos, al igual que un cheque.

Por su parte, la encargada de pago a proveedores, Karen Guadalupe Ortega Aké, le dio otros siete cheques.

Esto lo hicieron debido a las funciones que realizaba Marcos Manuel para esta empresa, ya que desde el 2014 fungía como diligenciero y encargado de realizar depósitos en bancos.

Ese mismo día, a las 14 horas, el diligenciero regresó a las oficinas y dijo que fue asaltado a las 11:30 horas; afirmó que sólo le robaron el dinero en efectivo que traía, no así los cheques, como tampoco su teléfono celular, su billetera, ni el otro morral que tenía.

Cuando lo cuestionó el gerente administrativo Oscar Arturo Betancourt Cetz, en presencia de la cajera y de la encargada de pago de proveedores, por qué no dio aviso a la policía, si en ese momento tenía su celular y se encontraba cerca de una gasolinera, señaló que se aturdió.

También cuando le preguntó por qué si lo asaltaron a las 11:30 horas, no les avisó sino hasta las 14 horas, volvió a decir que se aturdió.