LONDRES.- El príncipe Enrique no pudo contener su emoción al momento de contemplar de frente y en el altar a su ahora esposa Meghan Markle, durante la boda real celebrada esta mañana en la capilla de San Jorge, en el Palacio de Windsor, Inglaterra.

En un momento que ha dado la vuelta al mundo, el también ahora duque de Sussex fue captado durante la transmisión del enlace susurrándole palabras emotivas palabras a la actriz estadounidense, segundos antes de que el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, los declarase marido y mujer.

“Te ves increíble, soy muy afortunado”, dijo Enrique con una sonrisa nerviosa frente a la novia, quien decidió caminar sola parte del trayecto al altar antes de ser alcanzada por su suegro, el príncipe Carlos, y 10 “pajecitos” y “damitas” de honor.

La ahora duquesa de Sussex acogió su nuevo papel británico en un elegante vestido de seda blanco de la diseñadora inglesa Clare Waight Keller. Su velo traslúcido, que le llegaba hasta la cintura por delante y se extendía metros por detrás, incluía referencias florales a los 53 países en el Commonwealth, el grupo de países que corresponden al antiguo Imperio Británico y que es encabezado por Isabel II.

El palacio dijo que además de las flores del Commonwealth, el velo también tenía dos plantas elegidas por Markle: wintersweet y, en un guiño a su lugar de nacimiento, la amapola californiana.

De acuerdo con la agencia AP, el enlace real fue seguido por millones a través de la televisión y cerca de 100 mil personas se concentraron en las calles de Londres para seguir la caravana de la Familia Real.

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