MÉRIDA, Yuc,. 13/06/18.- El fenómeno del trabajo infantil se agudiza en Yucatán, primordialmente en las zonas urbanas y más evidentemente en el Centro Histórico de Mérida, donde decenas de menores ambulantes son presuntamente explotados. 

Aun y cuando hay una Ley federal que combate este problema, se estima que en el estado unos 55 mil infantes laboran de manera informal.

Sobre este tema, en el marco del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, establecido el 12 de junio por la Organización de Naciones Unidas (ONU), la trabajadora social, Velia Uribe señaló que este problema se advierte con mayor fuerza cada día en la ciudad.

Uribe destacó que uno de los problemas que esto conlleva es que muchos de estos niños modifican sus hábitos y valores al entrar en contacto con el dinero y su forma de adquirirlo.

“La baja calidad educativa, la deserción escolar y una serie condiciones familiares pueden obligar a un menor a buscar un empleo, que siempre es mal pagado y sin la posibilidad de recibir servicios de salud y derechos laborales”, advirtió.

La profesional yucateca repuso que uno de los puntos donde más se advierte este problema es el mercado Lucas de Gálvez y San Benito, donde decenas de infantes trabajan muchas veces junto a sus padres, familiares o en pequeños comercios donde son encargados se venden toda clase de productos.

Esta condición apunta a establecer que un infante que no recibe educación y desde temprana edad es utilizado en aspectos laborales puede llegar a convertirse en un ciclo generacional, condenando a ese infante a una vida sin posibilidades de desarrollo ante las condiciones que viven otros menores.

Según reporta la Red Nacional por los Derechos de la Infancia, (REDIM), en Yucatán laboran de manera ilegal unos 55 mil niños. En este país, la estimación es que la cifra supera los 2 millones de niños explotados laboralmente.

A este respecto, Juan Martín Pérez García, director de la Redim expresó que otro de los problemas que impactan a niños trabajadores son las condiciones que derivan de este proceso, principalmente explotados en el sector comercial.

“Hay menores que han sufrido accidentes por cargar cajas, tareas laborales exclusivas para adultos donde se manejan productos químicos para la limpieza, pero también aspectos de acoso sexual y explotación”, refirió.

Informó que en el caso los niños que acompañan a sus padres a la milpa y labores del campo, en tareas de siembra y cosecha y atención de animales, se establece como una condición de excepción, ya que son aspectos de usos y costumbres la transmisión del conocimiento de aspectos agrícolas y del medio ambiente propios de un niño del medio rural.

“Sin embargo, esto no establece la condición a que el infante sea producto de horarios de labor exigentes a un adulto y que deje sus hábitos educativos”, respondió.

Sobre este mismo tema, el regidor presidente de la Comisión Municipal de Derechos Humanos, Tonatiuh Villanueva Caltempa, señaló que la autoridad municipal ha insistido con organismos como DIF estatal y dependencias federales para la aplicación de medidas correctivas específicas para atender estos casos de trabajo infantil que notoriamente aumentan en Mérida.

“Hemos insistido en acudir a la Procuraduría General de la República en el caso los niños chiapanecos que son explotados vendiendo bisutería, cigarrillos, flores y dulces; sin embargo la respuesta de la autoridad federal es que, no hay tales condiciones y que son parte de la organización familiar el ejercicio de apoyo a las condiciones económicas en las que viven”, puntualizó.

“Tenemos muy claro que este problema crece y que es imperativo que todos los sectores sociales actúen para contrarrestar este problema que se vuelve un lunar, ya que, se promociona un destino internacional turístico, pero no se resuelven problemas imperativos, como es el caso de atención a la niñez, en este caso los que trabajan en la calle”, subrayó.

 

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