MÉRIDA, Yuc., miércoles 27/06/18.- El viaje de Luis Enrique Novelo Cua a Pustunich se volvió un viaje eterno y sin retorno, pues murió ayer martes a las siete de la mañana en la terminal de camionetas del Servicio Público de Pasajeros, de la ruta Mérida-Oxkutzcab.

El ticuleño, de 59 años de edad, sufrió un infarto agudo al miocardio, fue auxiliado por un paramédico de la Policía Municipal de Mérida, pero su corazón no resistió y expiró en el lugar.

Un transeúnte se acercó a los tripulantes de la patrulla 274 de la Policía Municipal de Mérida y les indicó que había una persona desmayada en un estanquillo de la calle 69-A entre 62 y 64 del Centro, al lugar acudieron dos paramédicos de la citada corporación, quienes constataron que no tenía signos vitales, por lo que le aplicaron técnicas de reanimación cardiopulmonar, sin lograr que reaccione y confirmando su deceso.

Por tratarse de una muerte patológica, los agentes de la Policía Municipal únicamente acordonaron la puerta de la entrada a la terminal y le solicitaron a la gente que se encontraba en el interior que despejara el área.

Sin embargo, el responsable de la patrulla 6467 de la Secretaría de Seguridad Pública acordonó con una cinta amarilla el predio y la totalidad de la banqueta, obligando a los peatones a que caminaran por el arroyo de circulación, lo que llamaba la atención de los transeúntes que se detenían para ver y preguntar qué sucedió.

No faltó algún bromista que decía que habían acuchillado a una persona y le habían sacado las entrañas, algunos se creían las patrañas y se retiraban asombrados y preocupados, ignoraban que se trató de una muerte patológica y obviamente no había delito que perseguir ni indicios que vigilar y mucho menos evitar que se contaminara el lugar del hecho.

Posteriormente arribó el personal del Ministerio Público, de Servicios Periciales y del Servicio Médico Forense, así como un médico particular que expidió el certificado de defunción, la causa de la muerte fue un infarto agudo al miocardio y se dispensó la necropsia.