MÉRIDA, Yuc., viernes 13/07/18.- Envuelto en escándalo de corrupción y desvío de recursos, el presidente Magistrado del Tribunal Superior de Justicia, Marcos Celis Quintal dijo ayer jueves que el Poder Judicial del estado requiere de un aumento presupuestal para poder incrementar el número juzgadores y alcanzar un mejor nivel en la impartición de justicia.

El polémico magistrado explicó que, según los parámetros internacionales y exigencias de la Organización de las Naciones Unidas  (ONU) recomienda 16 jueces por cada 100 mil habitantes y en Yucatán el porcentaje que se registra es de 2.3 por cada 100 mil.

El grillo ha publicado que verdadero temor de Celis Quintal es que, al ser también presidente del Consejo de la Judicatura, que es el órgano político-administrador del Poder Judicial, sí se le puedan fincar responsabilidades de tipo penal por desvíos de dinero, como los recursos del Fondo Auxiliar del Poder Judicial (se habla de por lo menos 40 millones de pesos), peculado, etc.

El Magistrado Celis Quintal destacó que en este momento el Congreso de la Unión analiza cambios a la Ley Federal del Trabajo y de aprobarse, se requerirá tener espacios e infraestructura para atender los requerimientos de juicios orales laborales.

Es preciso fortalecer al Poder Judicial y de esta manera mejorar la impartición de justicia que demanda la población. Por ley se debe de aplicar el 3 por ciento mínimo del presupuesto estatal para incrementar las necesidades de esta institución y en este momento solo de asigna menos del 2 por ciento.

Celis Quintal señaló que la transformación del Poder Judicial del Estado se consolida e incrementan las necesidades de ampliar a base de juzgadores para atender el número de juicios orales que realizan en este momento.

Aunque es evidente que hay mucho rezago y lo hemos publicado, el entrevistado recalcó que en el Poder Judicial no hay rezagos, si bien se trabaja a marchas forzadas, pero los jueces están al día, en Yucatán el 90 por ciento de los casos que se presentan ante juzgados obtienen una condena, lo que también habla de la rapidez y la velocidad que actualmente desarrollan los jueces.