MÉRIDA, Yuc,. 04/08/18.- Francisco Javier Quiñones Briceño no puede contener su emoción. Su sonrisa es tímida y hasta le tiemblan las piernas de los nervios. Maestro de profesión y oriundo del pequeño municipio de Telchac Pueblo, ha ganado una camioneta último modelo por hacer 23 mil 498 dominadas sin parar.

“Me cambió la vida”, sentencia al recibir las llaves de su flamante SEI2 Quantum MT en color blanco valuada en 250 mil pesos, premio por haber ganado el concurso nacional convocado por la empresa JAC, en el que participaron poco más de mil competidores de todo el país.

En compañía de decenas de familiares y amigos que llegaron en autobús a la agencia automotriz ubicada en Prolongación Montejo para no perderse presentes el importante momento, Francisco narra que la hazaña la realizó justo en la fecha límite del certamen debido a que en su primer intento (de aproximadamente tres horas y media) hubo algunos errores en la grabación.

Ese día, el joven de 27 años llegó a la sede de JAC a las cinco de la tarde y se fue a las nueve de la noche. Cuando tomó el balón, no lo soltó sino hasta cuatro horas, dos minutos y 18 segundos después. Lo que Francisco hizo no fue cosa menor, pues el récord Guinness es de 25 mil dominadas, hechas por el chino Zhang Zhili en 2017.

“La clave es entrenar y luchar contra tu mente”, responde con firmeza y humildad el telchaqueño cuando quien escribe le pregunta cómo es que logra mantener la concentración durante tanto tiempo y soportar el cansancio en los músculos.

En esa breve charla, Francisco revela que llegó a pesar 96 kgs y que gracias al ejercicio y a una buena alimentación pudo bajar 33 kilos. Para mantenerse en forma, entrena a diario unas cinco horas, y gran parte del tiempo se las dedica al balompié, deporte que ha sido su pasión desde pequeño.

Sobra decir que hasta los cinco jugadores de los Venados FC presentes en la entrega de la camioneta se sorprenden con la capacidad técnica de Francisco y repiten el cuestionamiento que ha escuchado toda la tarde, “¿cómo le haces?”, mientras estampan su autógrafo en el balón de Rusia 2018 que Quiñones Briceño dominó el gran día.

Orgullo de sus padres Francisco Quiñones Cetina y Eva Jacqueline Briceño Aguilar, ambos maestros jubilados, nunca imaginó que esta sería la forma como obtendría su primer auto, con el que podrá decirle adiós a los camiones y combis que, hasta ayer, utilizaba a diario para llegar a su trabajo como profesor de educación física en la secundaria general 8, en Mérida.