MÉRIDA, Yuc., jueves 16/08/18.- Las y los jóvenes deben ir a la vanguardia, impulsando cambios y transformaciones con el poder de sus acciones para construir un porvenir que sea mejor que nuestro presente, aseveró el Gobernador Rolando Zapata Bello al entregar el Premio Estatal de la Juventud 2018.

En ceremonia celebrada en el Palacio de la Música, el titular del Poder Ejecutivo convocó a este sector de la población a ejercer a plenitud su libertad para aportar, edificar e impactar de manera positiva a la sociedad, ya que esto siempre permitirá mirar hacia adelante con esperanza y garantizar que el futuro de Yucatán sea un espacio luminoso.

A la vanguardia, allí es donde deben estar, propiciando el desarrollo en cada uno de los ámbitos de su desempeño, cualquiera que éste sea. Ahí tenemos una tarea todas y todos, sin embargo, quien va por delante, deben ser las y los jóvenes, apuntó.

Ante familiares de las y los galardonados, así como representantes de los tres Poderes del Estado, Zapata Bello declaró que su administración ha creado sitios donde su voluntad y energía encuentren cauce, así como estimular su valentía para alzar la voz y ejercer sus derechos a plenitud, como lo demostró Ana Baquedano Celorio, quien recibió la distinción en la categoría de Labor Social.

Ella ha sido la principal promotora de un cambio normativo y legal que nos permite combatir de mejor forma el hostigamiento y el acoso en contra de las mujeres en la entidad, toda vez que vivimos en una era digital y tecnológica, por lo que la ley debe adecuarse a la nueva realidad, puntualizó.

En ese marco, el mandatario entregó reconocimientos para enaltecer el esfuerzo, la creatividad, la capacidad y la trayectoria en siete categorías: en Actividades Artísticas, Eduardo Cervera Pérez, estudiante de mercadotecnia y violinista en el Sistema Estatal de Orquestas Juveniles, fue reconocido por su participación coordinando diversos actos culturales en todo Yucatán.

En Innovación Tecnológica, un equipo conformado por Lucila de los Ángeles Itzá Mezeta, Gerardo Cornelio Compañ, Rodrigo Abel Torres Mota y Karen Aimée Pérez Mena, quienes fundaron la empresa Waáh Ikk, que significa “Pan de chile”, y pusieron en marcha un novedoso proyecto de elaboración de panes artesanales con harina de chile habanero.

Por su gran capacidad empresarial y de organización de eventos, Joaquín Molina Torres fue nombrado mercadólogo del año en 2015 por la revista Segmentos Research, y recibió el Premio en Actividades Productivas.

Asimismo, Joaquín Aguilar Chan, actual delegado estatal del Colegio de Ingenieros Ambientales de México y que en los próximos días participará en el segundo Congreso Internacional de Ingeniería Ambiental, fue reconocido por su participación desde la sociedad civil en la protección del Medio Ambiente.

En la categoría Actividades Académicas “A” de 12 a 18 años, fue distinguido el joven Antonio Zúñiga Chin, ganador de la Olimpiada Nacional del Conocimiento 2017 y participante de la Convivencia Cultural Nacional, mientras que en la “B”, Edwin Martínez Leo, maestro en Ciencias Químicas y Bioquímicas, así como en Nutrición, estudiante del doctorado en Ciencias Bioquímicas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), por su aportación al campo de la nutrición funcional y la orientación alimentaria para las comunidades rurales de Yucatán.

Julio Ortiz López, por su parte, demostró la trascendencia de la preservación y promoción de la cultura yucateca, primordialmente a través de la danza, fundando la Asociación Civil Jaraneros de Umán. De esta forma, las y los galardonados recibieron también un apoyo económico por 25 mil pesos.

Por su parte, el titular de la Secretaría de la Juventud (Sejuve), Juan Carlos Barrera Tello, remarcó la importancia de estos premios para motivar a que este sector poblacional sea protagonista del desarrollo, ejemplo para la transformación de su entorno y para la superación de obstáculos, pues es el motor de la economía, gran promotor de la cultura y voz de la sociedad.

En su intervención, Baquedano Celorio sostuvo que la juventud no es un límite para marcar una diferencia, pues las pequeñas acciones tienen la capacidad de construir la realidad en la que vivimos, por eso todos los días tenemos la posibilidad de transformarla.

Ana, a quien se debe la tipificación de la pornovenganza como delito, aprovechó a su vez para otorgar un reconocimiento a Zapata Bello, por “su incansable esfuerzo por hacer de Yucatán un estado ejemplar, abriéndole las puertas a las ideas más ambiciosas, con lo que demuestra que no hay límites para lo que podemos lograr y que el mundo es de quien sale a conquistarlo”.