MÉRIDA, Yucatán, lunes 20/08/18.- Luego de la aplastante derrota que sufrió ante Renán Barrera, con una diferencia de más de 81,992 votos, por fin reapareció Víctor Caballero Durán, quien prácticamente está muerto para cualquier cargo de elección popular en Mérida y para el gobierno del estado.

Caballero Durán, quien estuvo en el homenaje luctuoso a Víctor Cervera Pacheco, realizado miércoles 18, prácticamente está liquidado en sus aspiraciones políticas, a menos que llegue a diputaciones por la vía plurinominal, porque nunca ganaría el gobierno del estado y la capital yucateca mucho menos.

Por Mérida sólo le queda aspirar a ser diputado local o federal o senador por el camino de la representación proporcional, aunque podría ganar algún distrito local o federal del interior del estado.

El ex secretario de Educación superó por mucho la paliza que recibió Ricardo Dájer Nahum de manos de Patricio Patrón Laviada, en 1995, quien le sacó de ventaja poco más de 50 mil votos.

Todo indica que el camino de Caballero Durán será el de Nerio Jr., es decir el de un zombi político: Esta muerto, pero parece que vive y se mueve.

Esta vez Renán obtuvo 211,030 votos contra 129,038 de Caballero, Nerio Torres Jr. Y la innombrable Angélica Araujo Lara, de ingrata memoria para los meridanos, obtuvieron más votos que Víctor Caballero, pues lograron 182,784 y 154,101, respectivamente.

Es muy vergonzoso ser el candidato a alcalde meridano que ha recibido la paliza más grande en la historia reciente del PRI -1990-2018-, es decir en los últimos 28 años. Es una carta de presentación que a nadie le gustaría tener.

Si utilizamos una alegoría del box diríamos que la paliza de Renán a Caballero fue como el fulminante knock out de Juan Manuel Márquez a Manny Pacquiao o la paliza  de Sal Sánchez al boricua Wilfredo Gómez y la de Manny Pacquiao a Margarito.

Requiescat in pace, en política, Víctor Caballero Durán.