MÉRIDA, Yucatán, martes 21/08/18.- Lázaro Gamboa Palomo, de 57 años, y vecino de la colonia Francisco I. Madero estaba en su casa de la calle 31 con 26 del citado rumbo, donde ingería bebidas embriagantes y a cada rato decía que se iba a matar, pero no le hicieron caso.

Su esposa, pensando que nada más lo decía porque estaba ebrio, lo tiró a loco y entró al baño.

Al salir minutos después lo encontró en su habitación, ahorcado con el brazo de su hamaca.

Pensando que aún vivía, la mujer lo bajó, lo recostó en el piso y pidió ayuda, pero ya nada pudo hacerse por Gamboa Palomo, pues ya estaba muerto.