MÉRIDA, Yucatán, martes 21/08/18.- Ayer lunes X.L.B., una joven estudiante, de 24 años, se sintió con impotencia, desagrado, coraje y tristeza cuando fue acosada sexualmente por un desconocido que, en plena vía pública, comenzó a masturbarse delante de ella, al grito de insinuaciones y palabras obscenas para después salir huyendo en su camioneta.

Y hoy martes X.L.B. se siente igual: impotente, con una sensación de desagrado en el cuerpo y la cabeza, con coraje y tristeza. Porque le contó a personas del rumbo donde ocurrió el abuso y no le creyeron, fue al Instituto de la Mujer de Mérida a las 5 pm y estaba cerrado, porque esperó horas hasta que le tomaran la denuncia en la Fiscalía de Atención Temprana y no sabe si su caso será resuelto.

Y lo más triste de todo es que no es la primera vez que le pasa. Ya en otra ocasión fue acosada en la vía pública y conoce el caso de otras mujeres que vivieron lo mismo.

Ayer a las 8:30 de la mañana X.L.B. –estudiante de Veterinaria que se dirigía al Centro de Investigaciones Regionales “Dr. Hideyo Noguchi”- se bajó de la combi de Petronila en la calle 36 con 31, cerca de la Canaco.

Mientras caminaba por la calle 31 y a media cuadra, escuchó una voz de hombre que le gritaba desde la otra acera: “Mira cómo se pone mi ve…”. Ella no volteó a verlo y siguió caminando. El tipo la llamaba otra vez desde la acera de enfrente.

Como no paraba de gritarle cosas, X.L.B. se volteó para confrontarlo y ahí vio que el desconocido estaba parado sólo con una camisa puesta y se masturbaba mientras vociferaba.

“En ese momento me enojé más y le grité que era un cerdo, que me daba asco y otras cosas. Él comenzó a reírse, no le importó nada y siguió masturbándose, entre risas”, relató la chica acosada.

Vano intentó por grabarlo

Indignada y sacando fuerza de no sabe dónde, X.L.B. le dijo al degenerado que iba a grabarlo. “Crucé la calle y quedé a unos metros de él pero, de los nervios, no podía desbloquear mi teléfono, y cuando el tipo vio que yo hablaba en serio, se tapó, se subió a la camioneta y huyó. Sólo logré desbloquear mi celular y tomar foto de la matrícula (Nissan blanca, placas YN-9681-A)”, detalló la chica.

Y no terminó todo aquí. Desesperada, se acercó a una tienda del rumbo donde le relató a dos mujeres lo que vivió segundos antes.

“Me sentí muy mal porque no me creyeron. Salieron a la calle y lo único que dijeron fue ‘No vimos a nadie, hubieras gritado’”, contó.

La impotencia que siente X.L.B. tiene que ver, además, con que siente que no pudo solucionar nada. “Esta combi la toman muchos estudiantes y me puse a pensar que esto que me pasó le puede pasar a una niña también. Quiero que se haga justicia y por eso puse la denuncia. Siento que no es la primera vez que este tipo hace esto y creo que lo seguirá haciendo”, concluyó X.L.B.- Cecilia García Olivieri.