MÉRIDA, Yucatán, 03/09/18.- Dos muertes en cárceles municipales desató las acusaciones contra los alcaldes electos de Umán y Hunumá, debido al fallecimiento de dos detenidos en el interior de las cárceles de esos municipios.

 

Sin embargo, luego de los trabajos periciales por parte de la Fiscalía General del Estado se determinó que la causa de las muertes fue por cuestiones patológicas y que no se encontraron signos de violencia.

En Umán se reportó la muerte de Apolio Dzib, de 33 años de edad. El infortunado fue detenido por agentes de la Policía Municipal por escandalizar cuando se encontraba en estado de ebriedad.

Alrededor de las 10 de la noche del sábado un agente de la corporación se percató que el detenido, quien solo cumpliría un arresto administrativo, no se movía, por lo cual dio aviso a sus superiores. Paramédicos de la misma corporación certificaron la muerte y se dio aviso a la Fiscalía.

Los peritos forenses realizaron las diligencias de ley para el levantamiento del cadáver. Finalmente la necropsia reveló que la causa de la muerte fue choque séptico secundario a pancreatitis. Asimismo, no se encontraron huellas de violencia.

Pobladores y familiares acusaban que los agentes municipales habían incurrido en abuso de autoridad, lo que se descartó.

Casi a la misma hora, pero en la cárcel de Hunucmá, se reportó al fallecimiento de Reyes Paredes Pech, de 65 años de edad.

El ahora fallecido de igual manera había sido detenido por ingerir bebidas alcohólicas en la vía pública. Oficiales en turno se percataron que el fallecido estaba vomitando sangre, por lo cual se pidió ayuda a paramédicos. Al llegar los socorristas determinaron que ya había fallecido.

Personal de la Fiscalía determinó que la causa de muerte fue por cirrosis hepática. Los oficiales de igual manera fueron señalados por abuso de autoridad, debido a que han ocurrido casos en los que los policías golpean a los detenidos