MÉRIDA. Yucatán, 04/09/18.- Luego del escándalo que protagonizaron meseros y comensales en el restaurante-bar “100 Montaditos”, la SSY informó que se llevará al cabo una inspección a este establecimiento para corroborar si ciertamente se vende alcohol adulterado, así como lo afirmó un cliente el domingo pasado cuando lo agarraron a sillazos entre varios meseros por reclamar las bebidas. 

Miguel Angel Soberanis Luna, titular de la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud de Yucatán, informó ayer que se llevará al cabo una visita de inspección al restaurante-bar “100 Montaditos”.

Esto debido al show que se armó, cuando  un cliente fue golpeado por los meseros del lugar, luego de que reclamó que le habían servido alcohol adulterado. Este negocio está ubicado en Plaza Mangus.

Sin embargo, por el sigilo propio de la medida el funcionario no precisó cuándo se llevará al cabo esa visita.

El funcionario señaló que será para verificar lo conducente a la norma sanitaria que debe cumplir el establecimiento; en este caso, por la acusación de vender alcohol adulterado.

Según los datos recabados en el lugar , un cliente le reclamó a su mesero que una bebida que le sirvieron estaba adulterado, lo que derivó una discusión entre el mesero y el comensal. A los pocos minutos los demás meseros del restaurante-bar “100 Montaditos” cayeron a sillazos al parroquiano.

La gerencia de “100 Montaditos” fue incapaz de llamar a la policía y a la seguridad privada para calmar los ánimos.

Mientras tanto el cliente inconforme continuó siendo agredido de manera salvaje por los empleados del establecimiento.
En el lugar corrió la versión de que la víctima se negó pagar la cuenta de consumo, en vista de que alegó mal servicio y ante la negativa el mesero que atendió aquella mesa

En el video grabado por uno de los clientes desde un segundo piso y se observa cómo llega un vigilante de ese centro comercial y no interviene, sólo se queda de pie observando. Posteriormente surgió una tercera versión de los hechos, en la que el establecimiento alega que al llegar la víctima y sus amigos fueron informados que no se estaban sirviendo bebidas alcohólicas, lo que motivó el enfrentamiento.