MÉRIDA, Yucatán, 10/09/18.- La ex diputada Celia Riva Rodríguez, señaló que después de haber aportado mucho a su partido y a la ciudadanía, fue víctima de una misoginia política por parte de algunos personajes del PRI en Yucatán durante el pasado proceso electoral, sobre todo por no haber sido elegida como candidata para el Senado, además de afirmar que la “equidad de género” en la política no existe.

La ex presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Congreso afirmó  que no sirvió el trabajo que hizo durante la Legislatura pasada, sobre todo  “porque dejé de ser sumisa y ya no era cómoda para ellos ni para sus intereses”.

No sólo sirvió a su partido, si no que además durante su mandato se aprobaron más de 80 productos legislativos y se hicieron reformas profundas, como retirar el fuero a gobernadores, las pensiones a ex mandatarios, entre otras, sin que nadie se lo agradeciera.

Además, reconoció que en el interior de su partido hubo rupturas con algunos varones que no vieron bien que se postulara en las elecciones de este año, por lo que otras mujeres asumieron esas posiciones, como Verónica Camino Farjat, quien fue candidata al Senado, posición que en un principio se creyó sería para Celia Rivas.

No fui candidata, ahí está la respuesta”.

Manifestó que tras los hechos, reflexionó acerca de la violencia política contra las mujeres en el PRI, pero sobre todo la misoginia política, “pues cuando uno deja de ser sumisa ya no le sirve a quienes toman decisiones y te hacen a un lado”.

Fui víctima de misoginia política, eso existe en Yucatán”, dijo. “Desgraciadamente hay mucha simulación sobre la igualdad (entre hombres y mujeres), pues a pesar de que se aprueban y aplauden iniciativas en ese tema, sólo es por cuestiones políticas, porque hay muchos personajes que no piensan así”.

La ex diputada confesó que durante mucho tiempo fue sumisa en la política, pero desde que decidió no dejarse y empezó a hablar, a dejar claros su postura y conceptos, dejó de ser una persona adecuada para los intereses de cierto grupo priista.

Empecé a tener problemas cuando asumí puestos de dirección, donde se toman decisiones de mando, ya no era muy cómoda para otras personas, y ahí iniciaron las diferencias y se volvieron más fuertes cuando decidí a quién apoyar en política y a quién no”, afirmó la política, quien dejó abierta la posibilidad de irse a otro partido.

Tenía un compromiso no sólo con el PRI, sino con la ciudadanía porque gané en el distrito VII con una diferencia de más de 14 mil votos en 2015”, recordó.

Ahora que terminó la Legislatura, señaló que está abierta a aceptar propuestas políticas sin importar el color partidista, siempre y cuando le permitan seguir trabajando por la sociedad.

Entre priistas locales se comentó que se refería a una fricción muy severa que enfrentó con el ex candidato a la alcaldía de Mérida Víctor Caballero Durán, quien perdió en las elecciones pasadas.

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