KINCHIL, Yucatán, miércoles 26/09/18.- Con golpes, pero sin fracturas terminó Irma Yolanda T.P. (a) “Yoli”, de 33 años, después de caer en brazos de Morfeo mientras conducía su motocicleta en la vía que conecta este municipio con Tetiz, a unos metros del Cobay.

Irma Yolanda regresaba a su natal Kinchil, sin embargo, el cansancio después de una ardua jornada laboral en la Cervecería Yucateca, le venció y la hizo perder el control del manubrio de su moto, invadiendo el carril del compacto con placas YWW-405-B al mando de Daniel G.A. (a) “Bium” de 41, el cual se dirigía a dar clases en Hunucmá.

El hecho de tránsito ocurrió poco antes de las siete de la mañana, justo a dos kilómetros de este poblado, adonde arribaron elementos de la policía municipal para auxiliar a la única lesionada.

La moto, matrícula Y2XC8, quedó hecha añicos, en tanto que el carro salió con afectaciones en guardalodo, foco, parte de la facia y panorámico.

Por fortuna Yolanda llevaba bien abrochado el casco de seguridad, pues de lo contrario no la libraba. Al final fue trasladada al hospital Juárez de Mérida a bordo de la patrulla local para una valoración general, al resultar policontundida.

Otros incidentes

Ayer martes en la mañana dos conductores que guiaban cada quien su pesada unidad, protagonizaron un minúsculo percance al destrozar uno de estos su retrovisor en la calle 20 por 21 y 23 del centro de Kinchil.

Esa misma tarde una joven familia que se trasladaba a bordo de una moto con rumbo hacia la comisaría kinchileña de Tamchén, sufrió un aparatoso derrapón, justo en la curva del kilómetro 3. Un bebé de dos años resultó con desprendimiento de piel cerca de la cabeza, sufriendo una herida de entre ocho y 10 centímetros. Al igual que su padre, ambos fueron trasladados a la cabecera municipal para ser canalizados a un hospital de la capital yucateca.

Ya entrada la noche, al filo de las 19 horas, agentes municipales atendieron al bebedor consuetudinario Lucio Puc Collí, luego de convulsionar en la esquina de la calle 20 con 19, frente a la primaria Rafael Cházaro Pérez.

Por último, este miércoles por la mañana una tolva de alimento destrozó una parte de su guardalodo al darle su “beso” a un poste de la CFE, en la confluencia de las calles 25 por 20. El operador del monstruo de acero maniobró rápido para retomar su camino a Celestún.