MERIDA, Yucatán, lunes 08/10/18.- Marcado por la sombra de Víctor Caballero Durán, ahora Walter Salazar Cano es la mano visible del PRI, en el intento por desestabilizar al gobierno de Mauricio Vila Dosal, en acciones que lejos de ganarles simpatías los hundirán más.

En el ya lejano abril de 2016, Salazar Cano se unió al equipo de Caballero Durán, en busca de alcanzar la candidatura del PRI al gobierno estatal, lo que no logró el ex secretario de Educación, quien se conformó con ser el candidato a la alcaldía, pero recibió la peor paliza que le han dado a un candidato tricolor: Lo hicieron papilla.

Luego de la contundente derrota del PRI, que apenas pudo conservar 10 diputados y uno de ellos de milagro, el diputado por azares del destino Felipe Cervera Hernández, varios levantaron la mano para dirigir al PRI estatal, entre ellos Salazar Cano.

Todo indica que Walter y los priistas no aprendieron la lección y se empecinan en querer hacer ver mal a Vila, como trataron de hacer cuando era alcalde y no les funcionó, pero ahí siguen en su necedad, ahora azuzando a los rectores y directores de universidades para que no renuncien.

“Además de ser malos perdedores son poco inteligentes, ya que este movimiento en lugar de ganarles simpatías les hace ganar más el encono de los ciudadanos, en especial de los meridanos, quienes le dieron al PRI un rotundo NO, expresado en 80 mil votos”, indicó un panista entrevistado al respecto.

Aunque al llegar al equipo de Caballero Durán se dijo que Salazar Cano no iría a ningún cargo dentro del gobierno, luego de que el dedo elector escogió Mauricio Sahuí Rivero, como premio de consolación al ex secretario de Educación a Walter le dieron Sedesol estatal, a donde llegó sin oportunidad de nada, pues ya todo estaba armado y ni dinero había: Una costosa precampaña y la campaña desfondaron a la dependencia.

En la Sedesol había unos 500 aviadores, que cobraban por realizar trabajos para el PRI en todo el estado y ahora también se niegan a renunciar, comandados por Walter, quien de nuevo alza la mano para querer dirigir al PRI estatal.

La semana pasada publicamos que, completamente derrotados, pero sobre todo siendo malos perdedores, algunos reductos del PRI se empeñan en empañar la nueva administración estatal de Mauricio Vila Dosal, sin darse cuenta que con su actitud exhiben eso por lo cual los ciudadanos los mandaron  a freír bolas en sartén de palo.

Gente sin capacidad para el diálogo, sin madurez humana y política, pero sobre todo malos perdedores, como Walter Salazar Cano y Julián Colonia, buscan cualquier cosa para poner piedras en el camino del gobernador panista, cuando ellos DOS dejaron de hacer esto cuando gente de Rolando Zapata sacó a los de Ivonne Ortega Pacheco y a gente del PAN cuando Angélica Araujo llegó a la alcaldía meridana.

La reconstrucción del PRI necesita a un verdadero líder, no a un agitador político poco inteligente, que en lugar de ganar adeptos hace enemigos, como Walter Salazar; pronto veremos si sigue en su plan de no respetar la sana y sabia tradición política, de que el perdedor se lleva a todos los suyos y deben esperar nuevos y mejores tiempos.

Cualquiera puede gritar y hacer su genio, pero pocos son capaces de respetar acuerdos no escritos, entablar diálogo y hacer política de altura. Walter NO es uno de estos políticos de alto nivel.