CIUDAD DE MÉXICO, jueves 11/10/18.- La reciente denuncia de usuarios de las redes sociales movilizó a cuerpos de seguridad y funcionarios ambientales, y su dueño, lejos de esconder la mini manada de leones africanos que tiene en su techo, mostró sus documentos, y afirmó que lejos de ser un peligro, son más inofensivos que el ser humano, ya que hasta conviven con Nerón, un rottweiler.

Yo sí estoy bien consciente de lo que tengo, si no los manejas bien se vuelven bien incómodos, o sea no es un perro que puedas tener en la sala de tu casa”, dice el dueño de la manada capitalina, Omar Rodríguez, un empresario de 48 años

Nojoch, Gorda y Numbi viven en el techo de una casa de dos pisos, con barrotes altos y reforzados y un cuarto “trampa”, donde comen y duermen, y que también serviría para encerrarlos, separarlos o apartarlos en caso de emergencia, pero “nunca, nunca” ha habido ningún problema, asegura Omar

Ante las voces que denuncian el cautiverio de grandes especies, Rodríguez se muestra renuente a dar detalles sobre el camino que recorrieron los animales hasta llegar a su casa de clase media y solo acepta que los compró y que nada más uno de ellos llegó ya sin garras.

La Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente determinó tras una inspección que Omar acreditó la legal procedencia de los leones, pero que no presentó el Plan de Manejo autorizado. Rodríguez asegura que lo entregó hace meses

Los leones no pelean entre ellos y sorprendentemente tampoco con Nerón, un rottweiler al que protegieron una vez de los ladridos de amenaza de otro perro, cuenta orgulloso Omar

Parte de la fórmula para que no sean agresivos, explica, es “convivir con ellos todos los días”, además de “sobrealimentarlos” con más de 10 kilos de pollo a cada uno

No sé si somos parte de su manada o ellos son parte de la nuestra”, dice Omar, agregando que “hay seres humanos que son más peligrosos” que sus leones

Los leones blancos son una subespecie muy rara en el mundo animal producto de un gen recesivo inhibidor del color, que está en peligro de extinción

Y los vecinos más cercanos a su casa parecen estar acostumbrados. “A veces escuchamos sus rugidos, pero son mansitos, no están maltratados. Yo creo que el que denunció esta semana se asustó al escuchar los rugidos… seguro acaba de llegar a vivir acá”, calcula Luis Ángel Santolla, miembro del comité vecinal del barrio Viaducto Piedad

Omar asegura que su principal motivación es conservacionista, para que sis nietos y los del barrio conozcan a leones blancos, aunque está consciente del riesgo que corren. “Mis hijos van entendiendo que es un animal al que hay respetar, al que hay que cuidar, también deben entender que no es un perro, es un animal muy fuerte”, concluye.

AFP