IZAMAL, Yucatán, martes 23/10/18.- Las quejas en el gobierno del alcalde Fermín Sosa Lugo no cesan, y ahora los mismo policías del municipio denuncian públicamente al director de la corporación Miguel Ángel Castillo Chan por no darles el equipo adecuado, así como de no pagar horas extras, además de que siempre se encuentra de “vacaciones” y no se presenta a trabajar a pesar de la ola de robos que hay.

Seis elementos de la Policía Municipal acusan al director de la Policía Municipal, Miguel Ángel Castillo Chan, de  “sobreexplotarlos”, pero él casi nunca está en Izamal para trabajar, sino pasa más tiempo en Mérida.

Los quejosos también señalan que  les exige quedarse acuartelados varias horas, pero no les da un bono extra en su sueldo ni alimentos.

Ahora está llegando gente de Hunucmá que trabajó con el director en ese municipio. Sin embargo, nos exige mucho, pues no podemos ausentarnos del trabajo porque nos arrestan, pero a él ¿cuándo lo arrestamos por no estar en Izamal?

Lo peor del caso, que los de Hunucmá señalan que cobran $3,000 a la quincena, mientras que nosotros sólo cobramos $2,500 a la quincena, señalan.

Por si no fuese poco, los uniformados afirman que el director suelta a las personas detenidas cuando el presidente municipal Fermín Sosa Lugo lo ordena, y no hay recibos oficiales de las multas que pagan las personas por delinquir.

La ola de robos está a la orden del día, pero cuando pasa algo no hay radio para comunicarnos, todos lo hacemos por medio de nuestro celular con mensajes de WhatsApps”, afirmaron.

En Izamal hay un policía por cada 670 habitantes debido a que, según el Conteo de Población que el Inegi hizo en 2015, Izamal tiene 26,801 pobladores.

Castillo Chan fue director de la Policía de Hunucmá del 13 de julio de 2016 al 2 de junio pasado, cuando la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Estado lo mandó a dirigir la corporación de Yobaín.

Pide que estemos bien uniformados cuando ni siquiera nos han dado gorras, pantalones, camisas, chalecos, cascos protectores. De siete escudos (antimotines) que hay, tres están buenos y cuatro están quebrados.