KANASÍN, Yucatán, viernes 26/10/18.(DIARIO DE YUCATÁN)– Ayer en la mañana, empleados de las funerarias “Cervantes” y “Nieves” se pelearon por un muerto, en la colonia “Cuauhtémoc” y la Policía Municipal intervino para evitar que las cosas fueran peores.

Esto se debió a que un empleado de la Fiscalía es dueño de la funeraria “Nieves” y le paga comisión a gente del Servicio Médico Forense (SEMEFO) que avise de algún muerto, para que vayan al lugar, sin que parientes del difunto lo soliciten.

Luego de separarlos los agentes les indicaron que guardaran respeto, porque no se trataba de una fiesta ni estaban en una cantina: “Señores, aquí hay un difunto, respeten el dolor de la familia”. El enfrentamiento verbal y físico causó el enojo de vecinos y de la familia del fallecido.

Los hechos ocurrieron ayer en la mañana en la calle 27 entre 24 y 26 de la colonia Cuauhtémoc, en la casa número 12, en donde murió Bartolomé Cauich, de 70 años, por un infarto al corazón.

Al lugar llegó la Policía Municipal, que aseguró la casa para las diligencias de ley. A las 11 de la mañana junto con un médico particular llegó la funeraria “Cervantes”, contratada por el Ayuntamiento, pues el fallecido laboraba en una cuadrilla de Obras Públicas.

A los pocos minutos llegó personal del Semefo y junto con ellos la funeraria “Nieves”, al parecer avisada por la Fiscalía. Trascendió que el dueño de esta funeraria trabaja en la Fiscalía y da comisión a los empleados del Semefo por servicio contratado.

Desde ese momento empezaron los problemas…

El empleado de la funeraria “Nieves” inició un altercado verbal. “No tienes que fotografiar, fotografía esto”, le dijo al otro y se llevó las manos a sus genitales.

Fue el primer episodio violento que ocurrió y los agentes policíacos les llamaron la atención a ambos.

Luego de que se dijo que la funeraria “Cervantes” realizaría el servicio, el empleado de la competencia lanzó unos insultos y arrojó una piedra a su rival.

“Ya le dieron el servicio al muerto de hambre”, dijo en voz alta y se dirigió a su camioneta. La acción encendió los ánimos, por lo cual el aludido corrió hasta donde estaba su agresor para confrontarlo e insultarlo.

Detrás de ellos corrieron vecinos, familiares del fallecido y la policía. Hubo intercambio de insultos y empujones, y de no ser porque los policías los separaron se hubieran liado a golpes.

Finalmente, el empleado de la funeraria “Nieves” se retiró a toda velocidad en su camioneta y estuvo a punto de chocar con un vehículo estacionado.

Los dueños de ambas funerarias son primos, pero están “peleados a muerte”. Luego del bochornoso episodio, la funeraria “Cervantes” se hizo cargo del servicio; un médico particular certificó la muerte, por lo cual la Fiscalía entregó el cadáver a la familia en el lugar.