MÉRIDA, Yucatán, martes 20/11/18.- El juez de control Luis Edwin Mugarte Guerrero les impuso a los esposos Ángel González Cob y Nidia Rebeca Pérez Euán, implicados en el asesinato de un agente antisecuestros y las lesiones de otro policía, la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa de un año.

Los arriba señalados fueron vinculados a proceso por los cargos de homicidio calificado, homicidio calificado en grado de tentativa y daño en propiedad ajena, todos cometidos contra servidor público.

Mugarte Guerrero estableció que como medida cautelar se les impondrá prisión preventiva oficiosa por un año y que el cierre de investigación complementaria sería de tres meses.

El asesor jurídico de la víctima indirecta del agente Manuel Felipe Nery Blanco Méndez, asignado a la Unidad Especializada en el Combate al Secuestro (UECS), de la Policía Estatal de Investigación y dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública, el abogado Heberth Ángel Martínez Ledezma, se nombró para representar también al policía lesionado José Antonio Rodríguez Basto.

Al equipo de abogados defensores de los inculpados se sumó Jorge Manuel Rodríguez Martínez, quien dijo que, por estrategia, en ese momento no iba a presentar ningún medio de prueba a favor de sus clientes. Los coacusados se reservaron el derecho a declarar.

El fiscal de la causa informó que ya había corrido traslado a la defensa de 115 fojas que se anexaron a la carpeta de investigación, al igual que una documental de una perito forense para las pruebas de balística en los proyectiles, casquillos y ropas de los incoados.

Algo que llamó la atención fue el hecho que se expuso que la ojiva que causó la muerte del agente Blanco Méndez era calibre .380, cuando las armas que le quitaron a la pareja eran 9 milímetros.

El auto en el que viajaban el ahora occiso, el lesionado y los acusados, los tabasqueños avecindados en Quintana Roo, se calculó en 110,575 pesos, pues fue pérdida total.

Como publicó El Grillo, el crimen del policía fue el martes 13, en la mañana, por Ángel González, quien iba con su esposa Nidia Pérez, y quien supuestamente pidió apoyo por temor a que les hagan daño.

A las 05:10 horas de ese fatal día, el comandante de la UECS, Ángel de Jesús Santos Manzano recibió un aviso para que vaya a la plaza comercial El Patio. Llego en un auto y lo acompañaron otros agentes en otro vehículo: un Attitude con placas ZBP331- y un Versa, placas ZBG987A, junto con sus elementos Blanco Méndez y José Antonio Rodríguez Basto.

Se entrevistaron con Ángel González, quien les dijo que su padre había sido secuestrado en Quintana Roo y temía por su seguridad y la de su familia, que estaba con él en esos momentos. Por eso que se ofrecieron a llevarlos a la base de la UECS.

González Cob se sentó en el asiento de atrás del copiloto del Versa y a las 6:33 horas llegaron al Complejo de Seguridad. El asesino le pidió a su esposa que “le diera sus pastillas” y ella sacó del bolso una pistola semiautomática marca “Star” calibre 9 mm, con un cargador con ocho tiros útiles.

Disparó contra el conductor y ahora occiso y contra el acompañante del policía, quien recibió el impacto en el cuello, de abajo hacia arriba, de modo que la bala salió por el maxilar izquierdo.

En el piso del mismo auto encontraron otra pistola del mismo calibre, de la marca Yama, con dos tiros en la recámara, al igual que una navaja. Los oficiales portaban otras armas calibre 9 mm., por lo que no se sabe de dónde salió la pistola calibre 380.