MÉRIDA, Yucatán, jueves 29/11/18.- Diputados y “defensoras” de las mujeres se han exhibido como viles oportunistas, ya que sólo enarbolan banderas de víctimas que dejen lucro mediático y si se puede, hasta dinero, según denuncian varias personas.

Así, lucraron con la memoria de Emma Gabriela Molina Canto, pero ni de chiste se les ha visto exigir justicia a favor de la señora Lucero del Carmen Gómez Borges, asesinada por un ex policía, o para apoyar María Celestina Chab Martínez, a quien su marido trailero le daba tremendas palizas: El pecado de estas mujeres es que son pobres y del sur de la ciudad.

 

Estas “defensoras de oficio y beneficio” se lanzaron desesperadas al apoyo de la joven Andrea Marisol Carrillo Mendoza, quien fue atacada brutalmente por su ex novio, el karateca Cristian Contreras Domínguez, ambos del norte de la ciudad, donde hay reflectores y deja raja política.

De buena fuente nos enteramos que Clemencia Adelaida Salas Salazar, conocida agitadora desde hace muchos años, se acercó a los familiares de Andrea para “ofrecer su apoyo”, pero, esta mujer, quien hasta hace unos meses cobraba en Movimiento Ciudadano, presumió cómo ha “ayudado” a otras mujeres víctimas de violencia de género e incluso a víctimas de feminicidio, para vender la idea de que ella podría asegurar que el agresor recibiera la pena máxima y que hubiera justicia expedita, garantizando máxima exposición mediática y que ella sabe cómo presionar a las autoridades

Sin embargo, trascendió que todo esto fue para intentar bajarle dinero a la familia, a lo cual ésta se negó, por lo cual Clemencia Adelaida Salas se distanció sutilmente del caso.

También intentó decirle a la familia qué declararan ante los medios y le insistió en que pida una “alerta de género” para Yucatán y realicen al menos dos plantones frente al Palacio de Gobierno. Incluso tenía un discurso ya preparado para la ocasión.

Mientras, los familiares de Lucero del Carmen, a quien estranguló el ex policía Arturo Alejandro Negroe Cardeña luchan solos para que se haga justicia en este caso, y ayer cuando se vinculó al sujeto ni de chiste se presentó al Centro de Justicia Oral de Mérida (Cejom) alguna representante de organismo defensor de los derechos de la mujer, lo que puso en evidencia que a los grupos supuestamente defensores de las mujeres no les interesan las víctimas del sur y que aún conservan su doble moral, porque la ahora occisa no vivía con su marido, estaba en amasiato con otro hombre y era pobre.

A su vez, María Celestina, quien vive en Molas, es pobre y no tiene reflectores que les gustan a “las defensoras” de las mujeres, de modo que tres veces la golpearon salvajemente y nadie se apareció para apoyarla.

También están los casos de Merly Guadalupe Cauich Tamayo, quien fue asesinada por su ex pareja y Daniela del Rosario Núñez Rosado fue muerta a machetazos por su esposo, en Xpechil, comisaria de Peto.

Tan detestable es el asesinato de una persona, ya sea hombre o mujer, como el uso político y partidista de la muerte de una mujer, como ahora hacen varios políticos.