MÉRIDA, Yucatán, martes 08/01/19.- El cajero Miguel Ángel Niño Salazar,  fue imputado porque el 29 y el 31 de diciembre de 2018 violó al hijo de su pareja sentimental y lo obligó a hacerle sexo oral, en una casa del fraccionamiento “Diamante”. Los tres trabajaban en el Dunosusa de Opichén.

Se le acusa de los delitos de abuso sexual agravado (2) y violación equiparada agravada (4) en contra de un menor de 13 años que trabaja con él como “cerillito” en un Dunosusa.

Los ataques se descubrieron el 3 de enero, poco antes de las 9 de la mañana, cuando el menor trabajaba en un Dunosusa ubicado en el fraccionamiento “Paseos de Opichén”, en el que también labora el ahora detenido, quien era pareja sentimental de la madre, que por cierto trabajaba en el mismo lugar.

La juez Suemy del Rosario Lizama Sánchez le impuso a Niño Salazar la medida cautelar de prisión preventiva, durante todo el tiempo que dure el proceso. El viernes 11 de enero se efectuará la audiencia de vinculación.

Los ataques se descubrieron el 3 de enero, Niño Salazar le dio una nalgada y acarició el brazo derecho, para más tarde repetir sus “caricias”, pues le pasó una de sus manos en la entrepierna para tocarle el pene al menor.

Más tarde escribió en su celular un mensaje de texto, en el que le hacía una insinuación morbosa.

Al ver que llegaba su madre, el niño le contó lo que le había hecho su pareja, de modo que se dio parte a las autoridades y lo detuvieron.

El 29 de diciembre de 2018, en horas de la mañana, mientras la madre del menor fue a trabajar y estaba solo con el menor, Niño Salazar en la vivienda que comparten en el fraccionamiento “Diamante” obligó al niño a hacerle el sexo oral y después lo penetró por la vía anal. Este ataque se repitió el 31 de diciembre.