MÉRIDA, Yucatán, jueves 17/01/19.- La zona arqueológica de Chichén Itzá, considerada desde 1988 Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y desde 2007 una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno, ya no sería la joya de la corona de los servidores turísticos de Quintana Roo, “dejaremos de promoverla por el mundo”, aseguró Sergio González Rubiera, presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes de Quintana Roo.

–Ya no ofreceremos paseos turísticos a esa zona ni a otros sitios de Yucatán, porque el gobierno, a través de Cultur (Patronato de las Unidades Turísticas y Culturales) anunció que a partir del 1 de febrero aumentará el 101 por ciento las tarifas de entrada –aseveró en entrevista exclusiva.

Esa amenaza ocasionará un duro golpe para los servidores turísticos y un desplome de visitantes provenientes de Asia, Europa, América, Australia y de México, cuyas cifras anuales registran más de dos millones que aumentan por los atractivos, como la llegada del descenso del dios maya Kukulcán que aparece dos veces al año en el majestuoso Castillo para fertilizar la tierra.

De acuerdo con datos de Cultur, en 2017 Chichén Itzá recibió dos millones 343 mil 979 visitantes nacionales y extranjeros.

Aunque el esplendor maya se registró en el siglo IX d.C., la huella de esa civilización que sigue cautivando al mundo se disfruta a través de los relieves del Juego de Pelota, la belleza arquitectónica del Cuadrángulo de las Monjas, las terrazas de El Caracol, el misterio del cenote Sagrado y el majestuoso Castillo de Chichén Itzá.

–Lo más lamentable es que no hay una contraprestación o algún servicio adicional en Chichén ni en otros sitios turísticos de Yucatán, todo parece una estrategia del nuevo gobierno para generar más recursos ante la reducción del presupuesto federal –aseveró el líder de las agencias de viajes del vecino Estado.

Lamentó la actitud de las autoridades de Cultur, que “no avisó a la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes de los cambios en los precio de los boletos de entrada, que es el principal proveedor de turistas extranjeros a Chichén Itzá, nosotros nos enteramos por la prensa”.

González Rubiera reiteró que ante esa situación se podría desplomar el número de visitantes internacionales, “no podemos ofrecer paquetes a Chichén Itzá si a partir del 1 de febrero los extranjeros pagarán 389 pesos en vez de los 189 que pagaban en 2018, es decir, 101 por ciento más”.

Yucatán es el único estado del país que cobra dos tarifas en seis de sus zonas arqueológicas, una brinda el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y otra Cultur y los sitios son: Chichén Itzá, Uxmal, Grutas de Loltún, Grutas de Balankanché y Ek Balam, el alza en este último sitio ubicado al Oriente de Yucatán fue el más alto: los extranjeros pagarán 332 pesos, en vez de los 141, es decir, 135.4 por ciento más.

La Asociación Mexicana de Agencias de Viajes aún no habla con el INAH, “porque no tiene injerencia en el tema, sólo Cultur, aunque a lo largo de los años no aprobamos al Patronato porque creemos que es un medio inconstitucional”.

Sergio González señaló que siempre han solicitado bebederos de agua y mejores servicios en la zona, sobre todo en los baños, así como la reubicación de los vendedores ambulantes, “pero nada de eso ha sucedido”.

Aprovechó para hacer un llamado a las nuevas autoridades para reubicar a los vendedores que se encuentran en el interior de la zona arqueológica de Chichén Itzá, “afean, denigran y demeritan un sitio tan maravilloso”.

“Los vendedores de artesanías acosan a los turistas y tenemos noticias de que no todo lo que venden es legal, es decir, ofrecen sustancias ilegales a los turistas y eso nos preocupa”, aseveró.

Ante la posible negativa del gobierno, la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes, el Consejo Nacional de Exportadores de Servicios Turísticos y los operadores de cruceros voltearán su rostro a los atractivos turísticos de Quintana Roo, como la zona arqueológica de Tulum y Cobá “que son lindos, pero no tienen la capacidad ni la superficie de Chichén Itzá”.

Ante la postura de la secretaria de Turismo de Yucatán, Michelle Fridman Hirchs, en el sentido de que el alza en las tarifas de zonas arqueológicas podría ser para obtener recursos y brindar mejores servicios, González Rubiera admitió que verían con simpatía ese plan.

“Ojalá así fuera, pero que nos informen, porque en el municipio de Pisté hacen falta muchos servicios, como las calles y accesos a Chichén son malos, estamos en la mejor disposición para negociar o aceptar, pero no nos han propuesto nada”, aseveró.

Sin falsa modestia, González Rubiera comentó que gracias a la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes de Quintana Roo, “se promueven los hoteles, restaurantes y sitios arqueológicos de Yucatán, somos los proveedores número uno del Estado y del país”.

Dijo que entienden que el nuevo gobierno de Yucatán (que encabeza Mauricio Vila Dosal) llegó para afrontar problemas económicos “y somos empáticos, pero recuerden que el turismo es el sector más importante de México después del petróleo”.

“El turismo es una alternativa para México, porque buscamos un acuerdo para seguir promoviendo los sitios arqueológicos, principalmente Chichén Itzá”, que se encuentra entre Yucatán y Quintana Roo.

Sobre la proximidad en el alza de tarifas a zonas arqueológicas, Armando Casares Espinosa, presidente de la Asociación de Agencias Promotoras de Turismo de Yucatán, dijo que ya tomaron medidas: enviaron un comunicado al gobernador Mauricio Vila Dosal para solicitar la disminución de las tarifas.

“El aumento a las zonas arqueológicas ocasionaría pérdidas económicas a los servidores turísticos, ojalá el gobierno de Yucatán reflexione porque el registro de visitantes caería estrepitosamente”, indicó.

De hecho, servidores turísticos de Valladolid, Yucatán, admitieron hace unos días que el boicot contra Chichén Itzá “sí nos está afectando mucho, porque estamos en el paso de los camiones que traían a los turistas”.