MÉRIDA, Yucatán, viernes 18/01/19.- El problema del ruido que hoy aqueja al centro de Mérida no representa un riesgo al patrimonio histórico de este sector de la urbe, al menos por ahora, aunque especialistas afirman que para tener certeza de ello tendría que haber un estudio más profundo.

Luis Pantoja Díaz, miembro de la Asociación Yucateca de Especialistas en Restauración y Conservación del Patrimonio Edificado, A.C. (Ayerac), mencionó que hoy en día no se tiene conocimiento suficiente sobre los alcances que podría tener el efecto del ruido en edificios antiguos del centro de la ciudad, aunque reconoció que este problema pudiera ser un riesgo para estos.

“Siempre se ha hablado de que el ruido no hace efecto pero sabemos que las ondas sonoras generan movimientos que pueden representar un daño a las estructuras. Tendría que ser más puntual un estudio para determinar qué tan dañino puede ser para esto”, afirmó.

Sin embargo, el especialista afirmó que no existe determinación alguna que confirme que el ruido es un riesgo real para el caso de Mérida, aunque el asunto obedece más bien a un tema social que requiere de la atención de todos los involucrados para evitar afectaciones a gran escala.

Pantoja Díaz reconoció que las afectaciones por ruido son una constante de la mayoría de las grandes ciudades por lo que consideró que si este supera ciertos límites de convivencia, las propias autoridades deben tomar cartas en el asunto.

“Lamentablemente (el centro de Mérida) se ha vuelto más comercial que habitacional, es un fenómeno que pasa en todas las ciudades. La gente migra porque ya no puede vivir ahí. Pero si las personas que viven no conserva la tradición de mantener el respeto a otras, yo creo que sí implicaría tener medidas más drásticas para evitar el exceso de ruido”, externó.

Como se sabe, vecinos del centro de Mérida, mayormente extranjeros que adquirieron viviendas en este sitio, iniciaron una cruzada para combatir el problema del ruido que generan establecimientos, pues afirman que esta situación les afecta en su vida cotidiana.

De hecho, la Comuna de Mérida inició una serie de trabajos para elaborar un reglamento que permita combatir esta problemática, sin que esto cause afectaciones a comercios.

Según estimaciones, este mes y parte de febrero se estará realizando una campaña de socialización de las estrategias que se emprenderán para este fin, con miras a que la normativa en cuestión pueda entrar en vigor hacia el primer trimestre de este año.