MÉRIDA, Yucatán, miércoles 23/01/19.- Después de esconderse varios meses, para no darles pensión a sus hijas, Roberto de Jesús Rivera Caballero fue detenido, pero la “justicia” lo dejó libre con sólo abonar $2 de los $15,313 que debía.

Este sujeto, se comprometió a pagar el saldo en abonos chiquitos, sin importarle lo que padecieron sus hijas durante el tiempo que no las mantuvo. Pagará el saldo, al estilo Elektra, en

10 pagos mensuales de a 1,331.30 pesos.

El 10 de enero se negó a comparecer ante la juez de control Blanca Beatriz Bonilla González, de modo que se solicitó que fuera presentado por medio de la fuerza pública, pero literalmente se le escapó durante más de una semana a los elementos de la Policía Estatal de Investigación. Incluso, desde finales del año pasado se le buscó infructuosamente.

Al fin, el lunes fue detenido y casi obligado a responder como padre, tras ser denunciado por su ex esposa, Addy Isabel Valle Sosa, porque no mantiene a las hijas de ambos.

En los hechos, se expone que la pareja contrajo matrimonio el 16 de octubre de 1999 y procrearon dos hijas; vivían en la colonia “Francisco I. Madero” y después en el fraccionamiento Juan Pablo II.

Sin embargo, de buenas a primeras el sujeto decidió irse de la casa y la mujer tramitó las diligencias de pensión alimenticia a favor de sus hijas, las cuales se llevaron al cabo en el Juzgado Sexto de Oralidad Familiar del Primer Departamento Judicial del Estado, que dictó sentencia el 13 de julio del 2015 y fijó como pensión alimenticia la cantidad que resulte del 40% de su sueldo y demás prestaciones mensuales.

Después de hacer unos cuantos pagos, Rivera Caballero dejó de hacerlo, al grado que en todo 2018 no aportó un solo peso, de modo que dejó en estado de extrema necesidad a su familia.