MÉRIDA, Yucatán, jueves 21/03/19.- Obras musicales emblemáticas de Europa, posteriores a la I y II Guerra Mundial, el Concierto para violoncello del británico Edward Elgar y la Sinfonía No. 9 del soviético Dmitri Shostakovich presentará la Orquesta Sinfónica de Yucatán este 22 y 24 de marzo en el Teatro José Peón Contreras.

El director musical, Juan Carlos Lomónaco, dio a conocer el VII programa de la Temporada XXXI acompañado de la presidenta del Patronato, Margarita Molina Zaldívar, y el director del Fideicomiso Garante de la OSY, Miguel Escobedo Novelo.

También presentó solista invitada: la cellista Inna Nassidze.

El programa incluye La Marcha No. 1 de Pompa y Circunstancia y el Concierto para violoncello en mi menor, Op. 85, ambas obras del inglés Edward Elgar, y sinfonía del soviético Shostakovich.

Escobedo Novelo resaltó la inclusión de las obras en las filarmónicas y sinfónicas de mayor prestigio en el mundo.

Sobre Inna Nassidze comentaron que inició sus estudios de piano a los tres años de edad y el cello a los siete, “debutó a los diez con la Orquesta de Cámara de su natal Georgia”.

En 1988 obtuvo el máximo premio del Concurso Juvenil de Cello de la URSS; en 1993 el reconocimiento Gabor Rejto del Music Academy of the West en Santa Barbara, California y en 1996 la distinción como mejor cellista del Festival de Verbier, Suiza.

Ha tocado para artistas de la talla de Yo Yo Ma, Lynn Harrel, Miriam Fried, Bernard Greenhouse, David Geringas, Steven Isserlis, Jaime Laredo e Isaac Stern, y actuado como solista bajo la batuta de Otto Werner Muller, Akira Endo, Francisco Savin, Christopher Zimmerman, Luis Herrera de la Fuente y Carlos Miguel Prieto, entre otros.

Como residente en México, en enero de 2003 estrenó el Concierto para Cello y Orquesta de Samuel Barber con la Orquesta Sinfónica de Xalapa y en mayo del 2005 estrenó el Concierto No. 1 para Cello y Orquesta de Milhaud. Actualmente imparte la cátedra en el Instituto Superior de Música de Veracruz.

En cuanto a las obras, Lomónaco resaltó que en el estreno de la Marcha No. 1 de Pompa y Circunstancia en Londres en 1901, la audiencia pidió dos repeticiones.

Su éxito y aceptación entre la comunidad británica fue tal que en 1902 fue adaptada para la coronación del rey Eduardo VII y en la actualidad es una de las obras más conocidas del compositor Edward Elgar en el mundo.

Expuso que en muchos países la marcha se utiliza como caminata nupcial en las bodas. En Estados Unidos como en Gran Bretaña es considerada como “Himno de graduación” en los actos de terminación de estudios y entrega de diplomas.

Influido por las consecuencias de la I Guerra Mundial, en la que habían muerto en las trincheras más de ocho millones de seres humanos, Edward Elgar compuso en 1918 una de las más nobles elegías de la historia: su Concierto para Violonchelo y Orquesta, resaltó el maestro Lomónaco.

Comentó que aunque fue un fracaso el estreno de la obra con la Orquesta Sinfónica de Londres, el 27 de octubre de 1919, el concierto obtuvo mayor popularidad hasta la década de 1960 gracias a una grabación del cellista Jacqueline du Pré, quien captó la atención del público y la convirtió en una de las versiones de música clásica más vendidas.

Respecto de la Sinfonía No. 9, Op.70 de Dmitri Shostakovich, expuso que fue estrenada el 3 de noviembre de 1945 por la Filarmónica de Leningrado tras el final de la II Guerra Mundial en Europa.

Las autoridades soviéticas esperaban una obra para celebrar la victoria rusa sobre la Alemania nazi. Pensaban que Shostakovich se inspiraría en Novena Sinfonía de Beethoven para componer una obra dirigida a una gran orquesta, solistas y coro, que terminaría con un gran himno de alabanza en honor a Stalin.

Pero no fue así. Según el compositor, se trataba de una obra con “un humor ligero y soleado”, pero lo que se deseaba escuchar era una grandiosa sinfonía victoriosa en el estilo hinchado soviético. Pese a ello, la obra tiene gran aceptación entre el público.

MARTHA LOPEZ HUAN