MÉRIDA, Yucatán, jueves 16/05/19.- El que a hierro mata a hierro muere: el maleante y narcotraficante Bartolo P.L., fue víctima de uno de sus colegas, que le robó su localizador electrónico que cargaba en una conexión pública del parque de San Juan.

Ayer miércoles debió de estar en una audiencia de suspensión condicional a proceso, pero se realizó, ya que por miedo le juez Suemy del Rosario Lizama Sánchez, a quien, al parecer, le dio también asco que el inculpado padezca tuberculosis y acudiera (irresponsablemente) sin tener siquiera un cubrebocas.

Por cierto, en octubre de 2017 esta juez, contra todo el trato que recibe un ciudadano común, recibió 55 mil pesos, para que se olvide el robo que sufrió en su casa en julio de este año (2017), aunque los objetos que le robaron fueron recuperados.

En el caso de bartolo, Suemy Lizama se negó rotundamente a entrar a la sala y pidió que se pidió se suspenda la audiencia, la cual se efectuará sin la presencia del imputado, pues la juez tiene miedo a contagiarse de tuberculosis.

Bartolo está sujeto a proceso penal por el delito contra la salud, por posesión de marihuana y llevaba un brazalete o dispositivo electrónico, que no es más que un celular tan primitivo e inseguro que en cualquier momento se descarga.

Por tal motivo, Bartolo se comunicó al juzgado primero de control del primer departamento judicial e informó que le robaron el dispositivo.

Nadie se explica porque el juez de control Kenny Martins Burgos Salazar determinó imponerle ese dispositivo si Bartolo carece de energía eléctrica en su casa.

Este maleante fue detenido el 30 de enero de este año, en la calle 84 entre 61 y 65, del Centro, en posesión de más de 400 gramos de marihuana.