El Dr. Francisco J. Ocampo-Torres, representante del Comité de Organización del Taller DOT
El Dr. Francisco J. Ocampo-Torres, representante del Comité de Organización del Taller DOT

MÉRIDA.-  Con el apoyo de Cinvestav-Unidad Mérida, expertos en tecnología satelital preparan la primera misión mexicana de radares de apertura sintética para la observación del espacio, proyecto que cuenta con el apoyo de varias instituciones científicas y de la Agencia Espacial Mexicana.

Los radares de “apertura sintética” o SAR por sus siglas en inglés, permiten adquirir información única de la superficie del océano o del terreno, con una resolución espacial sin precedentes.  Por otro lado, poseen cierta independencia de la luz solar y pueden funcionar sin importar la ocurrencia de mal tiempo o de tormentas, adquiriendo información de la superficie del mar, inclusive ante eventos extremos tales como bajo condiciones de ciclones tropicales.

Con el apoyo de investigadores del Laboratorio de Tecnología Geoespacial, el equipo multidisciplinario realizó un taller temático con el objetivo promover el desarrollo de la ciencia y la tecnología para la observación de nuestro planeta y de sus recursos, mediante el uso de radares especializados que funcionen en aviones y en satélites, según informó el Dr. Jorge Euán Avila.

El Dr. Francisco J. Ocampo-Torres, representante del Comité de Organización del Taller DOT explicó que éstos trabajos permitirán impulsar el conocimiento para adquirir información relevante de los fenómenos naturales que ocurren en la Tierra y de procesos influenciados por las actividades del ser humano, así como establecer una referencia ambiental e identificar cambios asociados al clima y a otros fenómenos de gran escala.

Subrayó que hoy más que nunca el estudio de esta tecnología permitirá  la detección y el seguimiento de fenómenos intensos susceptibles a ocasionar desastres, y subrayó la importancia de mejorar nuestra capacidad para predecirlos y así poder establecer acciones estratégicas que nos permitan disminuir los riesgos, particularmente del sector gubernamental.

“Ejemplos del desarrollo de esta tecnología se ha usado en la Ciudad de México para la elaboración de mapas de subsidencia del suelo para hundimientos y terremotos así como el monitoreo de respiración de volcanes”, expresó.

El científico, investigador titular del Departamento de Oceanografía Física del  Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada, Baja California, explicó que  otro tipo de aplicaciones estaría relacionado con bosques y vegetación, sobre todo en zonas donde el sensor óptico no llega por condiciones ambientales como Chiapas y Yucatán, de modo que que este tipo de estudios sería muy importante para diversas dependencias federales.

El taller DOT se llevó al cabo con el respaldo de Fondo Sectorial CONACYT-SRE, CICESE, CINVESTAV-Mérida, UNAM, REDESClim, RedCyTE, y la Agencia Espacial Mexicana.