PARIS.- ¿La imagen de parisinos sentados en la terraza de algún precioso café cigarro en mano, como epítome del estilo, le resulta demasiado familiar? El estereotipo podría estar a punto de cambiar.

Al menos así se lo ha propuesto el Ministerio de la Salud de Francia al lanzar este mes de noviembre la campaña Moi(s) sans tabac (Un mes sin tabaco o Yo sin tabaco).

A partir de ahora, el Ministerio reembolsará a los que abandonen el humo con el coste de los parches de nicotina hasta un máximo de 150 euros al año, además, por supuesto, del dinero que se ahorrará el futuro no fumador por dejar el vicio.

Según el Boletín Epidemiológico Semanal (BEH por sus siglas en francés) del ministerio galo, las probabilidades de dejar el tabaco aumentan un 67% cuando se hace en pareja, y un 35% más cuando el compañero del desafío es un amigo o un colega del trabajo.

Hasta 147.000 personas se habrían apuntado a la campaña según las cifras del ministerio, que ha abierto una página web a través de la cual los usuarios encuentran consejo y ayuda para esta ardua tarea en un país con 13 millones de fumadores de los cuales ocho quieren dejarlo. En esta web, se puede incluso calcular cuánto dinero le está costando al usuario el vicio en función de cuántos cigarrillos fume al día y el precio de cada paquete. Muchos ya habrán hecho el cálculo, pero seguramente verlo escrito debe causar más impresión. En cuanto al rembolso de los parches, bastará con que el (ex) fumador presente las recetas del tratamiento médico, firmado bien por un médico, una enfermera o un dentista.

Los primeros en apuntarse a la campaña en octubre, cuando los carteles y anuncios de publicidad empezaron a inundar el país, pudieron comenzar a recoger de forma gratuita unos “kits de ayuda” en farmacias, con un volante de preparación, una agenda de 30 días con consejos diarios y una tarjeta para calcular el ahorro obtenido. Según la ministra de Sanidad, Marisol Touraine, si el fumador consigue parar durante 30 días las posibilidades de dejarlo definitivamente “se multiplican por cinco”.

La campaña se inspira en el Stoptober británico, con el que cada mes de octubre desde 2012 el gobierno logra que cerca de 250.000 fumadores traten de dejarlo juntos, el doble de los que lo intentan en cualquier otro mes del año.

Touraine recordó durante la presentación de la campaña el pasado mes de octubre que el tabaco cuesta 78.000 vidas anuales y es la principal causa de muerte prematura en el país. Además, mientras que en el resto de países europeos este mal hábito se reduce, en Francia, al contrario, no deja de aumentar.

Por esto, el país parece estar declarándole la guerra a las tabacaleras y fumadores: el año pasado, el ayuntamiento de París impuso una multa de 68 euros a todo el que arrojara colillas al suelo, denunciando que los servicios de basura recogían 350 toneladas de restos de cigarrillos al año. Además, el gobierno aprobó a finales de 2015 un ley para establecer el llamado “paquete neutro”, reduciendo la presencia de la marca sobre la cajetilla al mínimo con el objetivo de hacerlas “poco atractivas”. La medida se implantó ya a mediados de mayo de este mismo año. Fumar ya no es sinónimo de estilo. Tampoco en París.

AGENCIAS.-