MÉRIDA.- “Cariño que Dios me ha dado para quererlo, cariño que a mí me quiere sin interés”, dice Armando “El Torito” Infante y decenas de voces se unen a su canto, durante los eventos que organizó la administración de Mauricio Vila en la esquina de La Socorrito (calle 54 entre 87), en el Día de Pedro Infante en Mérida.

–El cielo me dio un cariño sin merecerlo… ¡Ay! qué dichoso soy, cuando la escucho hablar, con cuánto amor le doy este cantar. ¡Ay! qué dichoso soy, con ella soy feliz

¡viva su vida!, mi cariñito que tengo aquí –señala el hijo de Pedro Infante y con el corazón en la mano agradece la fidelidad del pueblo yucateco hacia su padre.

A 60 años de la partida del Idolo de Guamúchil, su hijo admite que el cariño y la admiración de la gente van creciendo: “en ninguna parte del mundo lo quieren como aquí”, explica el también actor y cantante que tiene su residencia en Los Angeles, California.

“AMORCITO CORAZON”

La comunión musical entre el hijo de Pedro Infante y el público yucateco fue mágica, tanto en el escenario instalado donde hace 60 años cayó el avión que piloteaba su padre, como en el Remate de Paseo de Montejo, donde desgranó los temas que dieron realce a la época de oro del cine mexicano.

En el concierto mañanero, Armando Infante estuvo acompañado del cantante chetumaleño Mario Valencia y Nayo Gutiérrez, quienes con la “Serenata Huasteca” conquistaron a las “novias” de Pedro Infante que con orgullo presumen que tienen más de ochenta años: “Qué voy a hacer, si de veras te quiero, ya te adoré y olvidarte no puedo…”

Por la noche, en Paseo de Montejo también triunfó Armando Infante con el Mariachi Juvenil y los cantantes invitados, no sólo por su voz que hace evocar a “Pepe El Toro”, ni por su elegante traje de charro, sino al dejar muy claro que Mérida es y será su “Amorcito corazón”…