DZIDZANTÚN.- Prepotente y soberbio como pocos, el alcalde Raúl Torres Faisal se ha caracterizado por sacar ventaja de todo, para su provecho personal, desde, como empresario, por cobrar cosas a un precio mayor y entregar artículos de mala calidad, hasta querer manejar la Comuna como si fuera de su propiedad.

“Aunque tuvo el honor de ser el primero en derrotar al PRI en el municipio, su pésimo trabajo le dará la victoria de nuevo al tricolor en las elecciones del próximo año”, afirmó un panista crítico que desanimado ve como Torres Faisal echa por tierra lo conseguido en 2015.

Los que lo conocen saben que es un tipo intolerante, que cree que todo lo sabe y que no se le puede decir nada, de modo que su frase es “Roma no se hizo en un año ni pendejos lo hicieron”, aunque el PAN tardó poco más de 80 años en ganar la alcaldía, y tardará tres para perderla de nuevo, gracias a Torres Faisal.

Desde el inicio de la administración municipal, Torres Faisal (a) “Tofasa” estuvo rodeado de escándalos, pues acosó sexual y laboralmente a Yeleni Pereira, a quien despidió como directora de Educación, aunque después la ex funcionaria se retractó y dijo que no hubo acoso sexual sólo golpes.

Entre los más recientes escándalos está el despido de policías municipales y la clausura ilegal de un negocio de cablevisión, porque le estorba, ya que él es socio de otro negocio igual.

Debido a su carácter intratable Torres Faisal tuvo un fugaz matrimonio de un mes, con una jovencita de Buctzotz, a la que le llevaba unos 20 años de edad. La dejó porque a la joven la gustaba entrar a lazar a las corridas de toros de los pueblos y eso no lo podía soportar el “gran Raúl Torres”. Se casó de nuevo en 2011 con Leticia Gómez George.

Aunque comenzó con la venta de huevo en municipios cercanos a Dzidzantún, Torres Faisal puso un negocio de maquila de ropa y bordados de todo tipo con logos y demás.

Cuando el PAN tenía el gobierno federal le dieron un contrato para elaborar uniformes de empleados de la delegación de Oportunidades, pero entregó un trabajo de pésima calidad, de modo que fue su debut y despedida, porque fue claro el robo que cometió al cobrar por un buen producto y entregó uno muy malo.

La “última hazaña” de Torres Faisal es querer cobrar impuesto por todo y elevar en exceso el impuesto predial y los permisos que da la Comuna y al que no paga le clausura el negocio o la obra.