MÉRIDA.- En un día tranquilo, doña Minerva Molina se llevó un gran susto pues no habían dado ni las 11 de la noche cuando escuchó un ruido espantoso en la terraza de su casa.

Para su sorpresa, al salir vio el auto Honda Civic de su hijo destrozado, además de su reja, su acera y hasta sus árboles tirados. Pero lo que más coraje le dio fue ver como el responsable huía hasta sin llanta, con el puro rin, pues la goma ya la había dejado entre sus destrozos.

Ese fue el primer capítulo de la larga jornada que ocasionó anoche un taxista del Frente Único de Trabajadores del Volante (FUTV) quien, visiblemente ebrio, circuló varios kilómetros por la zona del centro de la ciudad y fue detenido, cuando chocó de nuevo en la calle 66 por 43.

El caso fue ventilado gracias al video que circuló en redes sociales, cuando fue detenido luego de chocar en la calle 66 por 43, donde destrozó un Suzuki y una camioneta, y aún así intentó huir, pero no lo consiguió porque el auto, que tampoco era de su propiedad, ya no pudo seguir.

El primer choque que se pudo corroborar fue en la banqueta del Oxxo de la calle 18 por 13 de la colonia García Ginerés, donde destrozó su llanta. Al intentar huir, se estrelló contra la casa de la familia Patrón Molina, donde estaba el auto Honda estacionado.

Siguió su trayecto, sin luces, por la calle 18 de la García Ginerés rumbo al sur. En la calle 66 por 43 de nuevo chocó contra un auto Swift y una camioneta que estaban estacionados en la calle.

El chófer descendió del taxi mientras los afectados le pedían que apagara el auto para que se arreglaran. Sin embargo, y como se aprecia en el video, subió de nuevo al vehículo de alquiler e intentó arrancarlo para seguir su camino. Pero los daños mecánicos ocasionados le impidieron seguir su desastrosa marcha.

Los vecinos llamaron a la policía para detener al taxista. La señora Minerva Molina dijo que su hijo, el dueño del auto, ya interpuso una denuncia ante el Ministerio Público por los daños ocasionados en su vehículo, el cual no ha sido cuantificado.

Además de los destrozos de la reja y la acera, de los cuales estima en aproximadamente 7 mil pesos.