MÉRIDA.- Gracias a las bondades del Nuevo Sistema de Justicia Penal, el novel asaltante Hengiskan Geovani May Uc, con un acuerdo reparatorio abandonó la cárcel en un dos por tres, sin que se haya tomado en cuenta que cometió un delito.

Fue acusado del delito de robo calificado cometido con violencia, pero antes de la audiencia de vinculación con el juez de control Rómulo Antonio Bonilla Castañeda, el administrador de la gasolinera “Servicio San Lucas de Yucatán, S.A. de C.V.”, ubicada en la calle 24  entre 23 y 25 de Dzidzantún, José Edgar Donaldo Lizama Estrada, se entrevistó con una asesora de la Comisión Ejecutiva Estatal de Atención a Víctimas, que le sugirió buscar una solución alterna.

Le hicieron ver que estaba perdiendo el tiempo para continuar con su denuncia y que su empleado José Isidro Pech Canul, resultó con heridas menores durante el asalto, por lo que su caso no prosperaría.

De esta forma, el “presunto” delincuente quedó libre y la justicia ni aplicó.

El viernes cinco de abril, a las 6 de la mañana, Hengiskan llegó a bordo de una motocicleta a la estación de gasolina “Servicio San Lucas de Yucatán, S.A. de C.V.”, ubicada en la calle 24  entre 23 y 25 de Dzidzantún.

Luego que lo atendió el despachador José Isidro, lo siguió a la caseta y con un arma punzocortante le rayó un brazo, luego lo sometió y se apoderó de la cantidad de 11,920 pesos en billetes de diferentes denominaciones, producto de la venta del lugar y que se encontraba en uno de los cajones del escritorio.

Para huir, empujó a Pech Canul, quien cayó sobre una motocicleta que estaba en la caseta, lo que aprovechó para meter el dinero en un bulto de tela y abandonó el lugar.

Fue localizado detrás del Colegio de Bachilleres, donde se le detuvo con el producto de su robo, que estaba contando.